Romper con alguien tóxico es lo más valiente que puedes hacer. Deberías estar orgullosa de ti misma por haber aumentado tus expectativas, por negarte a conformarte con las migajas que te han dado y por decidir que mereces algo mejor. Sin embargo, la ruptura es solo el primer paso de tu viaje. Tendrás mucho trabajo por delante. Después de todo, cuando amas a alguien tóxico, sus comportamientos pueden afectarte. Puede que empieces a fisgonear en sus mensajes de texto porque no puedes confiar en que te diga la verdad. Puede que empieces a vigilarlo de cerca porque siempre miente sobre dónde ha estado. Una vez que terminas una relación tóxica, una vez que decides que el amor verdadero no se supone que sea tan doloroso, necesitas pasar al siguiente paso. Desaprender las formas en que esta persona tóxica te enseñó a amar. No es tu culpa tener un lastre. No es tu culpa levantar muros para protegerte. No es tu culpa ser escéptica cuando la gente te trata bien. Sin embargo, te debes a ti mismo desaprender las formas tóxicas en las que expresaste tu amor en el pasado. No quieres enzarzarte en peleas a gritos para demostrar tu pasión. No quieres darle ultimátums a tu pareja para que pueda demostrar su lealtad hacia ti. No quieres caer en los mismos patrones tóxicos que tu última relación te engañó para que normalizaras. Si estás con la persona adecuada, las diferencias serán claras. Notarás lo bien que te trata, incluso cuando está molesta. Notarás con qué frecuencia provoca sonrisas y con qué poca frecuencia provoca lágrimas. Aprenderán juntos y crecerán juntos y se convertirán en un equipo fuerte e inquebrantable. Esta nueva persona no te ha lastimado de la misma manera que tu ex te lastimó. No debería ser castigada por errores que no cometió. Aunque sea difícil, aunque requiera una inmensa cantidad de esfuerzo, debes aprender a reconocer cuándo estás participando en conductas tóxicas. Debes aceptar que hay formas en las que puedes mejorar tus habilidades de comunicación y establecer metas para trabajar en pos de mejorarte a ti mismo. No siempre lo harás bien en tu próxima relación. Vas a cometer errores, como cualquier otra persona. Y también tu pareja. Ninguno de los dos va a ser perfecto. Pero debes esforzarte por amar al otro de la manera correcta. Debes asumir la responsabilidad de tus acciones cuando cruzas la línea y descubrir métodos para comenzar a desafiar tus mentalidades más insalubres. Amar a alguien nuevo después de dejar una relación tóxica siempre tiene sus desafíos. Es posible que no sepas cómo expresar tu frustración de una manera saludable. Es posible que no sepas cómo expresar tus quejas cuando estás acostumbrado a reprimirlas en tu interior. Pero siempre puedes desaprender las formas tóxicas en las que te enseñaron a amar. Siempre puedes hacer cambios en la forma en que tratas a los demás. Siempre hay esperanza para tu próxima relación. Tu relación tóxica puede haberte cambiado, pero ciertamente no te destruyó.