Dayton, Ohio (WDTN) — Desde 1982, International Student Exchange ha conectado programas de intercambio de escuelas secundarias de EE. UU. con estudiantes de intercambio a nivel mundial.
Aquí en el Valle de Miami, se conectan culturas de todo el mundo.
“Traer niños de otros países aquí realmente, en primer lugar, enseña a nuestros estudiantes estadounidenses sobre otras culturas, pero también los inspira a querer viajar”, dijo la anfitriona Elizabeth Williams.
Williams ha acogido a estudiantes de intercambio durante los últimos cinco años, pero la idea de los estudiantes de intercambio se remonta a mucho antes.
Ella dice que trabajar como madre anfitriona ha sido una experiencia maravillosa. Williams no solo enseña la cultura estadounidense, sino que también aprende de los estudiantes.
“Aprendemos a cocinar platos especiales que traen de sus padres, las recetas familiares. El año pasado acogí a una chica de Italia a la que le encantaba cocinar. Aprendí a hacer su salsa”, dijo Williams.
En cuanto a los estudiantes, Henrik Steffens de Alemania dice que a él también le encanta aprender y relacionarse con los estadounidenses.
“Me lo pasé bien aquí porque la gente siempre me hace reír, lo cual es algo bueno. Lo que yo mismo he podido comprobar es que la gente de aquí es muy patriótica, porque si lo comparo con Alemania, con toda nuestra historia, somos un poco menos patrióticos y un poco más cuidadosos con nuestra historia y con elogiar nuestra bandera y esas cosas”, dijo Steffens.
Pero fue la experiencia en el restaurante americano lo que sorprendió a María Cortez de España.
“Recargas gratuitas. En realidad, no es algo que se pueda hacer en España ni en muchos países de Europa. Así que me quedé atónita cuando los camareros me trajeron bebidas nuevas. Y yo pensaba: bueno, no he pagado por esto”, dijo Cortez.
Esa historia y otras inspiraron a su hermano a venir a los EE. UU., donde asistirá a la escuela secundaria el próximo año.
“Espero tener un buen año y también quiero tener buenos amigos, buenas relaciones aquí y disfrutarlo”, dijo Juan Cortez, hermano de María. “Pero también me gustaría probar Chick-fil-A”.
