Belgrado, Serbia — La policía serbia prohibió el jueves un festival que promueve el intercambio cultural con Kosovo, en una señal del creciente nacionalismo y la presión gubernamental sobre las voces liberales en el país balcánico.
Una declaración de la policía citó preocupaciones de seguridad como la razón para prohibir el evento Mirdita, dobar dan que debía comenzar más tarde el jueves en Belgrado con un espectáculo de teatro de Kosovo.
Serbia no reconoce la declaración de independencia de 2008 de su antigua provincia, que es mayoritariamente de etnia albanesa. El festival Mirdita, dobar dan, cuyo nombre significa “hola” en albanés y serbio, está organizado por grupos de jóvenes de Serbia y Kosovo que buscan superar las divisiones étnicas creadas por la guerra de 1998-99 y la tensiones de posguerra.
La prohibición policial se produjo después de que varias docenas de extremistas de derecha se reunieran frente al recinto del festival el jueves, tratando de impedir su celebración mientras ondeaban banderas serbias. La policía dijo que quería evitar “peligros para la seguridad de las personas y la propiedad y para la paz y el orden públicos a mayor escala”.
Un comunicado decía que la reunión anti-festival también está prohibida.
Varios funcionarios del gobierno han criticado duramente el festival en los últimos días, describiéndolo como antiserbio. Si bien el festival se ha celebrado alternativamente en Serbia y Kosovo durante la última década, la prohibición de este año en Serbia ilustra un endurecimiento general de la postura del gobierno hacia sus críticos.
A principios de esta semana, las autoridades prohibieron la entrada a Serbia a un actor y autor bosnio, alegando que representaba una amenaza para la seguridad nacional, y lo deportaron a Sarajevo, la capital de Bosnia. En los últimos meses, los periodistas independientes y de investigación de Serbia se han quejado de un aumento de la presión legal y de las amenazas.
Serbia busca formalmente entrada en la unión europea pero el gobierno cada vez más autoritario del presidente populista Aleksandar Vucic ha ido alejado de los valores prodemocracia de la UE y, al mismo tiempo, fomenta estrechos vínculos con Rusia y China.