Murthy vs Missouri: No existe ninguna guerra cultural tonta que Sam Alito no esté dispuesto a librar

En ocasiones, Barrett parece molesto por las maniobras que los tribunales inferiores intentaron realizar en este caso; en una nota a pie de página, por ejemplo, se refiere a las conclusiones del tribunal de distrito como “desafortunadamente… claramente erróneas”, lo cual es lo más parecido a lo que un juez federal puede llegar a regañar a otro juez federal por albergar teorías de conspiración con muerte cerebral en las páginas del periódico federal. reportero. Pero a la luz de la ausencia de un “vínculo suficientemente concreto” entre las acciones del gobierno y los supuestos daños, concluye Barrett, el Tribunal puede resolver el caso sin examinar más a fondo esos daños.

Alito no se sintió igualmente limitado. La mayor parte de su disidencia, que ocupa unas cuantas páginas más que la opinión mayoritaria, se preocupa menos por la doctrina jurídica y más por detallar exhaustivamente los males de la administración Biden para las futuras generaciones de graduados de las facultades de derecho. Caracteriza a la Casa Blanca como “intimidadora”, “castigadora” e “interrogadora” a empresas de medios sociales, involucrada en un “esquema encubierto de censura” en el que aplicó “presión implacable… para suprimir la libertad de expresión de los estadounidenses”. Describe el caso como “uno de los casos de libertad de expresión más importantes que ha llegado a esta Corte en años” y lamenta la decisión de sus colegas de ignorar la difícil situación de las “víctimas” que “simplemente querían hablar sobre una cuestión de suma importancia pública”. importancia.”

Como la mayoría de los conservadores, Alito no puede decidir exactamente dónde encajan las empresas de redes sociales en su pequeño marco de héroes y villanos; Como la mayoría de los conservadores, esto no apaga su apetito por estar molesto. En ocasiones, Alito expresa simpatía por Facebook, que se encontró a merced de un gobierno federal tiránico. En otros, castiga a las empresas de redes sociales por su cobardía, describiendo a Facebook como “quejica”, “suplicante” y “una entidad servil decidida a agradar a un poderoso capataz”. Está especialmente indignado por el hecho de que Facebook no se haya comportado como una “fuente de noticias independiente o una entidad periodística dedicada a responsabilizar al gobierno por sus acciones”, lo que plantea la preocupante posibilidad de que Alito no tenga idea de qué es Facebook o cómo funciona.

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