“I No tengo futuro y, por lo tanto, no tengo planes. Estoy aquí hasta que me vaya”. Lia (Mzia Arabuli), una maestra jubilada de Batumi, Georgia, severa y de rostro pétreo, no se anda con rodeos. Pero no es del todo honesta sobre sus planes. Hay una última cosa que espera lograr: se propone encontrar a su sobrina, Tekla, para enmendar el haberle fallado años atrás en un momento de necesidad.
Su búsqueda la lleva a cruzar la frontera hacia Estambul, acompañada por Achi (Lucas Kankava), un chico oportunista que ha conseguido que ella viaje como intérprete, pero que en realidad solo la ve como una forma de escapar de su vida sin futuro en una choza de la playa del Mar Negro con su hermano abusador. Después de una serie de falsos comienzos y unas cuantas noches de excesos con la bebida, la pareja contacta con Evrim (Deniz Dumanli), una mujer trans, abogada y defensora de los derechos de las personas trans.
La última película del director sueco Levan Akin (Y luego bailamos), Cruce es fantástico: un rico y gratificante tapiz de personajes y culturas mezclados y florecientes.
En cines del Reino Unido e Irlanda ahora y en Mubi a partir del 30 de agosto
