Cada número de Somesuch Stories se centra en un tema de una sola palabra. Desde 2016, cuando se publicó la revista por primera vez, ha habido “flujo”, “hueso”, “acción”, “redención”, y ahora, en su octavo número, ha llegado a “tensión”. Como habrás notado, cada una de las palabras elegidas tiene el potencial de una diversidad de interpretación: cada una puede significar algo muy diferente de una persona a otra. Esto es algo que también siempre está representado en las presentaciones a lo largo de sus páginas, que esta vez incluyen escritos de Rita Bullwinkle, Caleb Femi y Toby Lloyd, así como arte de Elio Mercer, Elsa Rouy y una foto de portada de Laura McCluskey. Pero, ¿cómo se puede capturar tal variedad de perspectivas en el diseño general de la revista? La respuesta: apoyarse en esta misma sensación de imprevisibilidad.
“La tensión a veces puede ser silenciosa, siniestra y acechar bajo la superficie, a veces contundente, violenta o explosiva”, dice Thomas Coombes, cofundador de Guest Editions y director de arte y diseñador del número ocho. “La clave para mí fue el misterio o el signo de interrogación, la idea de que algo iba a pasar pero no sabemos qué”. Hubo numerosas formas a lo largo del diseño en las que Thomas insinuó este sentimiento de tensión “algunas sutiles, otras más abiertas”; como limitar la paleta a negro, blanco y rojo; apretar los márgenes y el espacio entre textos, creando una sensación de claustrofobia; y eliminar un espacio en blanco o un ritmo entre historias, para crear la sensación de que cada pieza “choca con la siguiente”. Thomas dice: “Suze (Suze Olbrich, Algunas historias similares editor) quería más volatilidad, para una sensación de vibración o actividad a lo largo del número”.