Un diario de viaje ficticio explora la cultura a través de la comida

Mike Findlay, antropólogo de Chicoan y retirado de Butte College y Chico State, quería “proporcionar a los lectores jóvenes una perspectiva intercultural, para que puedan fomentar un sentido mejor y más amplio de las complejidades del mundo”. Y así nació “Seamus O'Leary's Taqueria” ($2.99 ​​en formato Amazon Kindle de Tlaxiaco Press).

La novela es una especie de diario de viaje cultural centrado en Seamus O'Leary, de 22 años, quien “creció en Irlanda del Norte, en un pueblo pesquero al noroeste de Belfast, llamado Ballycastle”. A medida que los años 60 decaen y la violencia de “The Troubles” se acerca cada vez más a su hogar, Seamus está inquieto.

Su padre, su “pa”, no comprende su partida: ¿qué le pasa a Sea? (“Me llaman Mar”, le dice a su nuevo amigo del suroeste de Irlanda, Garret, a quien conoce en Seattle. “Se escribe como océano… pero lo pronunciamos… como 'hey' con una 'sh' delante”).

La historia está llena de encuentros fortuitos, como el de Elizabeth, una “crítica gastronómica especializada en comida mexicana”, a quien conoce en un restaurante de Tijuana.

Aquí se presenta a Sea “las pequeñas cosas plegadas”. Tacos. “Esto es tan bueno”, le dice a Elizabeth, “no quiero dejarlo”. Mucho más tarde él le dice: “Tengo la teoría de que si la gente puede probar la comida de otras personas, el mundo será un lugar mucho mejor. La primera vez que comí tacos en Tijuana, me abrió los ojos a México”.

Elizabeth responde que las cosas son más complejas que eso. “Hay estadounidenses que comen comida mexicana, pero no tienen idea de quiénes son realmente los mexicanos. … Si alguien piensa que la comida o cualquier otra cosa va a hacer del mundo un lugar más pacífico e informado, creo que es ingenuo”.

Pero la comida juega un papel importante en la narrativa a medida que Sea crece en comprensión cultural. Al casarse y establecerse en La Paz, en el estado mexicano de Baja California Sur, sintiéndose aún desatados, Mar y su familia, y muchos otros, son azotados por una tormenta devastadora, un “Chubasco”. Cambiará su vida para siempre.

Como señala Findlay al final: “Para mí, la comida, el lugar y las personas son un nexo vinculado a un universo humano diverso en constante expansión, una especie de taco cósmico, por así decirlo”.

Dan Barnett enseña filosofía en Butte College. Envíe solicitudes de revisión a dbarnett99@me.com. Columnas archivadas en https://barnetto.substack.com

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