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La economía alemana se contrajo un 0,1 por ciento en el segundo trimestre, según confirmaron los datos definitivos el martes, afectada por el lento consumo privado y una caída en las inversiones industriales.
“Tras un ligero aumento en el trimestre anterior, la economía alemana volvió a desacelerarse en primavera”, afirmó Ruth Brand, directora de la agencia federal de estadísticas Destatis.
La contracción intertrimestral confirmó una estimación inicial publicada por Destatis a fines de julio, que sorprendió a los analistas que esperaban un pequeño repunte del crecimiento en la mayor economía de Europa.
En el período abril-junio se observó una caída notable de las inversiones en maquinaria y equipo (4,1 por ciento) y una caída del 2 por ciento en las inversiones en construcción.
El consumo de los hogares disminuyó un 0,2 por ciento respecto al trimestre anterior, al igual que las exportaciones en medio de un comercio exterior débil.
Alemania, tradicionalmente un motor del crecimiento europeo, fue la única gran economía avanzada que se contrajo en 2023, al enfrentarse a una alta inflación, una desaceleración industrial y un enfriamiento de la demanda de exportaciones.
Inicialmente se esperaba que la recuperación comenzara a principios de 2024, pero una serie de datos decepcionantes en los últimos meses han sugerido que el repunte tardará más de lo que se pensaba inicialmente.
“La economía alemana se encuentra actualmente donde estaba hace un año: estancada y rezagada en términos de crecimiento respecto a toda la eurozona”, dijo el economista del banco ING Carsten Brzeski.
El sombrío panorama quedó de manifiesto en la encuesta Ifo del lunes, seguida de cerca por los analistas, que mostró un mayor deterioro de la confianza empresarial en agosto, particularmente entre las empresas del sector manufacturero.
Si bien no se vislumbra una mejora inmediata, Brzeski dijo que había “cierto optimismo para la segunda mitad del año”, ya que el sólido crecimiento salarial aún podría alentar a los consumidores alemanes a gastar más en los próximos meses.
El gobierno alemán espera que la economía se expanda un modesto 0,3 por ciento este año, por detrás de la eurozona en su conjunto, que la Unión Europea predice que crecerá un 0,8 por ciento.
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