Los datos son especialmente relevantes antes de una medida electoral para agregar $2 al salario mínimo de California.
Las principales cadenas corporativas de comida rápida de California y sus socios atemorizantes estaban seguros de una cosa: el nuevo salario mínimo estatal de 20 dólares por hora para la mayoría de los trabajadores de ese sector iba a provocar recortes masivos de empleos, aumentos dramáticos de precios o ambas cosas.