En vista de las crecientes quejas de Occidente sobre el exceso de capacidad, China debería aprovechar al máximo su demanda interna de energía renovable solucionando los cuellos de botella en el consumo, dijo Zhao Zhongxiu, presidente de la Universidad de Negocios y Economía Internacionales de Beijing.
“Si comparamos la capacidad de producción interna actual y la demanda direccional, en realidad no existe un exceso de capacidad”, dijo Zhao, autoridad en comercio internacional y cadenas de valor globales, en una entrevista con el Post la semana pasada.
La producción excesiva en el sector es el resultado de una cadena de suministro “completa y competitiva” que estimula avances iterativos en la tecnología, dijo Zhao.
“Poco después de que se pusieran en producción los bienes de la generación anterior, ya apareció la nueva generación de tecnología y reemplazó a la anterior, que tuvo que salir del mercado”, dijo. “(Esto) a su vez conduce a una capacidad de producción ociosa o incluso derrochadora”.
Por lo tanto, dijo, el gobierno debería permitir que el mercado elimine la capacidad de producción ineficiente u obsoleta en nuevas energías, en lugar de emitir órdenes administrativas que obliguen a las empresas a cerrar la producción, una medida que China adoptó en el pasado cuando lidió con el mismo problema en las industrias pesadas como el carbón, el acero y el cemento que fueron la columna vertebral de la economía moderna temprana del país.
Si bien los viejos métodos tuvieron que ser adoptados debido al proteccionismo local (las regiones mantuvieron los incendios encendidos a pesar de las bajas o inexistentes ganancias), Zhao dijo que el rol del Estado debería reducirse para las nuevas energías, especialmente porque las empresas privadas actualmente dominan el mercado.
“Yo diría que esto es una lección. Dado que hemos profundizado la reforma, lo que significa liberar aún más el papel del mercado… (el gobierno) ya no debería intervenir (en el mercado) por la fuerza a través de medios administrativos”, dijo.
Pero no todas las ciudades y provincias tienen la misma suerte, dijo, y el fracaso significaría un enorme desperdicio de capital y recursos, que en última instancia formaría parte del ciclo de vida industrial.
“Aunque parezca un desperdicio, es un costo necesario para la competencia iterativa de la industria”, dijo Zhao.
“Todavía no es el momento de decir que el mercado está tan saturado que no puede sobrevivir sin Estados Unidos”, afirmó.
Mientras tanto, añadió, el enorme potencial de consumo interno de productos ecológicos en China –desde vehículos eléctricos hasta paneles solares– aún no se ha desatado por completo.
“Para optimizar aún más las condiciones del mercado interno, necesitamos resolver estos puntos”, dijo Zhao.
A pesar del empeoramiento de la fragmentación comercial, añadió, China debería comprometerse con la apertura de su propio mercado permitiendo que los actores extranjeros compitan con los nacionales en igualdad de condiciones.
“Como el mercado chino es tan grande, puede acoger a muchos fabricantes. Todos están mejorando en el proceso. Al final, se trata de la supervivencia del más apto”.