El Fondo Monetario Internacional ha pedido a Zimbabwe que controle la corrupción (que se dice le cuesta a la economía miles de millones de dólares cada año) y al mismo tiempo elogió la nueva moneda del país, la más estable que Zimbabwe haya visto en años.
Tras una reciente misión a Zimbabwe, el FMI dice que la nueva moneda de oro de Zimbabwe, o ZiG, ha puesto fin a un episodio de inestabilidad macroeconómica que hizo que la moneda anterior, el dólar de Zimbabwe, sufriera una depreciación radical, lo que provocó que los precios se dispararan.
El FMI dijo que si se mantiene la macroestabilización, la inflación acumulada para el resto del año sería de alrededor del 7%, una cifra que Zimbabwe no ha alcanzado en años.
En una entrevista con VOA, Persistence Gwanyanya, miembro de la Junta Directiva del Banco de la Reserva de Zimbabwe, dio la bienvenida al informe del FMI por reconocer que la nueva moneda del país había estabilizado la economía.
“Creemos que ha habido algunas mejoras notables con respecto a… la responsabilidad fiscal”, dijo Gwanyanya. “Si bien hay casos aislados de corrupción que reconocemos, el panorama general es que ha habido una mejora significativa en la gestión fiscal en el país. Y, como era de esperar, seguimos mejorando. Pero para lograr las ambiciones, reducimos las fugas, mejoramos… la rendición de cuentas aún más en la economía”.
En el informe, el FMI señaló que la gobernanza económica de Zimbabwe aún presenta debilidades significativas y que la corrupción representa un riesgo para el desempeño económico que debe abordarse.
El mes pasado, la fiscal general de Zimbabwe, Loice Matanda-Moyo, también ex jefa de la comisión anticorrupción, dijo que la corrupción le cuesta al país casi 2.000 millones de dólares anuales, devastando la economía y a los ciudadanos comunes.
La Comisión Anticorrupción de Zimbabue afirma que está investigando un caso del año pasado en el que la comisión electoral supuestamente pagó 1,2 millones de dólares por un servidor que podría haber comprado en el mercado libre por menos de 25.000 dólares. El dinero fue a parar a una empresa propiedad de un aliado del presidente Emmerson Mnangagwa.
Godfrey Kanyenze, economista y director fundador del Instituto de Investigación sobre Desarrollo Económico y Laboral de Zimbabwe, dijo que reducir la corrupción es crucial para que la economía del país mejore.
“La corrupción es un cáncer que hay que combatir, necesitamos voluntad política para abordar este problema en particular y las actividades corruptas deben tener un precio. La cultura de la impunidad debe ser reemplazada por una tolerancia cero a la corrupción, como sucede en otros países donde el Estado ha desempeñado un papel de liderazgo”, dijo Kanyenze.
Steven Dhlamini, profesor de economía de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología, dijo que el informe del FMI aborda todas las cuestiones que Zimbabwe necesita para encaminarse.
“En general, es un informe muy positivo, confirma que nuestra trayectoria política va por el camino correcto y tenemos la esperanza de que las autoridades sigan implementando estas medidas políticas que se han iniciado desde el año pasado”, dijo Dhlamini.
En su informe, el FMI afirmó que la economía de Zimbabwe está mostrando “resiliencia” incluso cuando se sienten los efectos de la sequía de El Niño. Se espera que la economía crezca un 2% en 2024, por debajo del 5,3% de 2023.