Por Andrea Shalal y David Lawder
WASHINGTON (Reuters) – Nuevos pronósticos del Fondo Monetario Internacional apuntan a un futuro difícil para la economía global marcado por un crecimiento mediocre a mediano plazo, una escalada de tensiones comerciales y altos niveles de deuda, dijo el jueves la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
Georgieva pintó un panorama aleccionador en un discurso previo a las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial de la próxima semana, pero dijo que aún se puede hacer mucho para impulsar el crecimiento, reducir la deuda y construir una economía más resistente.
Advirtió sobre los persistentes precios elevados que afectan desproporcionadamente a los pobres y el potencial de la escalada del conflicto en Oriente Medio para desestabilizar las economías regionales y los mercados mundiales de productos básicos.
Georgieva también expresó su preocupación por el aumento del gasto militar que afecta la financiación disponible para otras prioridades, incluida la ayuda a los países en desarrollo.
El creciente proteccionismo y las crecientes restricciones comerciales estaban fracturando la economía global, limitando el crecimiento del comercio y “vertiendo agua fría sobre una economía mundial ya tibia”, dijo Georgieva, quien comenzó su segundo mandato de cinco años este mes.
“No soy muy pesimista, porque si nos fijamos en la trayectoria de la economía mundial, sí, podemos hacerlo mejor, pero también podemos hacerlo mucho peor”, dijo Georgieva durante una discusión en la sede del FMI antes de las reuniones de la próxima semana. .
El comercio mundial ya no era el motor de crecimiento que alguna vez fue, pero “no ha retrocedido”, dijo, señalando que décadas de interdependencia habían sido un factor moderador del aumento de las restricciones comerciales acumuladas desde la pandemia de COVID.
Dijo que había algunas buenas noticias, incluido el retroceso de la inflación global y un retorno hacia la estabilidad de precios, con un enfriamiento ordenado de los mercados laborales en Estados Unidos y Europa.
Estados Unidos no estaba en recesión, a pesar del inicio de los recortes de tasas de la Reserva Federal que han provocado caídas en los últimos tres ciclos de tasas de interés, y se esperaba que las cifras de desempleo se mantuvieran relativamente bajas, dijo.
“Nuestras previsiones apuntan a una implacable combinación de bajo crecimiento y elevada deuda: un futuro difícil”, dijo Georgieva, señalando previsiones económicas mixtas para los principales actores.
El crecimiento de China se estaba desacelerando mientras que el de la India se estaba acelerando; A Estados Unidos le estaba yendo “bastante bien”, pero a Europa le podría ir mejor, dijo en el evento del FMI.
El crecimiento general no sería suficiente para erradicar la pobreza mundial, crear el número de empleos necesarios o generar los ingresos fiscales necesarios para pagar las pesadas cargas de deuda y financiar inversiones.
La elevada y creciente deuda pública hace que el panorama sea aún más preocupante, dijo Georgieva, señalando que un escenario adverso “severo pero plausible” podría elevar la deuda 20 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB) por encima de su pronóstico actual.
Eso significaba que los gobiernos enfrentarían decisiones angustiosas sobre dónde gastar sus valiosos fondos, y los desafíos eran aún mayores en las economías de mercado emergentes.
Para cambiar de rumbo y estimular un mayor crecimiento, los países necesitaban reducir la deuda, reconstruir las reservas para el próximo shock, recortar el gasto y mejorar la productividad, dijo.
Dijo que la cooperación global era más importante que nunca, citando los desafíos comerciales actuales, el calentamiento global inesperadamente rápido y el rápido crecimiento de la tecnología de inteligencia artificial que requería códigos éticos y regulatorios globales.
“Mi expectativa es que la gente salga de aquí algo animada, algo más asustada, ojalá asustada para que se pongan en marcha para actuar”, dijo.
