Mientras tanto, el dinero fluyó hacia los bonos: el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó por debajo del 4 por ciento, algo que no ocurría desde febrero. Los rendimientos de los bonos caen cuando sus precios suben.
El último informe sobre el índice manufacturero ISM, una métrica clave de la salud económica, arrojó un 46,8 por ciento para julio, menor a lo esperado y 1,7 puntos porcentuales menos que el 48,5 por ciento registrado en junio. Esa señal de contracción en el sector manufacturero “alimentó los temores de que se avecina un camino económico difícil, y los temores de que la Fed podría llegar demasiado tarde a recortar (las tasas de interés) para evitar una recesión”, dijo Dan Ives, analista de Wedbush. “Eso está generando una aversión masiva al riesgo en el mercado hoy, especialmente en torno a las acciones tecnológicas”.
Pero Ives dice que cree que la caída de los mercados será de corta duración, especialmente porque las ganancias tecnológicas fueron sólidas esta semana y el presidente de la Reserva Federal, Jerome H. Powell, indicó el miércoles que el banco central podría Reducir los tipos de interés tan pronto como en septiembre.
También el jueves, el Departamento de Trabajo informó que las solicitudes de seguro de desempleo alcanzaron las 249.000 en la semana que terminó el sábado, 14.000 más que la semana anterior. La próxima gran prueba para la economía llegará con el informe de empleo de julio, que se publicará el viernes por la mañana. Los economistas predicen que el informe mostrará que el crecimiento del empleo se desaceleró en julio.
Christopher Rupkey, economista jefe de Fwdbonds, dijo que la caída del jueves se produce durante una semana en la que los mercados han estado generalmente volátiles.
“Ha habido un marcado aumento en la volatilidad del mercado y en los cambios diarios esta semana, por lo que cuando los inversores reciben un par de informes económicos que muestran debilidad, las ventas pueden hacer bajar los precios con bastante rapidez”, dijo en un correo electrónico.
