El pago por desempeño (PFP) se considera una de las herramientas más poderosas para motivar a los empleados; sin embargo, a pesar de su popularidad, a veces puede generar estrés en los trabajadores, lo que resulta en una disminución del desempeño, la creatividad y el compromiso. Una nueva investigación sugiere que la forma en que los empleados ven a su supervisor influye en determinar si los trabajadores ven la PFP como un desafío motivador que los lleva a alcanzar nuevas alturas o una amenaza estresante que afecta su trabajo. Los autores ofrecen consejos para empresas y directivos sobre cómo aprovechar mejor los beneficios de la PFP y, al mismo tiempo, abordan algunas de las formas en que puede generar estrés.