WASHINGTON, 26 de junio de 2024 – La economía de Yemen continúa enfrentándose a importantes obstáculos a medida que el conflicto actual y las tensiones regionales exacerban las crisis económica y humanitaria del país, según el El último informe del Banco Mundial sobre el Yemen. Se prevé que el PIB de Yemen se contraiga un 1,0% en 2024, tras una contracción del 2,0% en 2023 y un modesto crecimiento del 1,5% en 2022. Entre 2015 y 2023, Yemen experimentó una disminución del 54% en su PIB real per cápita, dejando a la mayoría de Yemeníes en la pobreza. La inseguridad alimentaria afecta a la mitad de la población y las tasas de mortalidad juvenil se han disparado.

La situación fiscal del Gobierno Internacionalmente Reconocido (IRG) se deterioró significativamente en 2023. Los ingresos fiscales disminuyeron en más del 30%, impulsados ​​por una caída sustancial de los ingresos petroleros y la disminución de los ingresos aduaneros debido a la redirección de las importaciones desde Adén a los puertos controlados por los hutíes. En respuesta, el IRG implementó severos recortes de gastos, impactando los servicios públicos esenciales y el crecimiento económico a largo plazo.

El déficit por cuenta corriente se amplió hasta el 19,3% del PIB en 2023, frente al 17,8% en 2022. El bloqueo de las exportaciones de petróleo afectó significativamente al déficit comercial, mientras que las reservas de divisas se mantuvieron relativamente estables gracias al apoyo financiero de los socios, incluida la conversión del Fondo Especial del FMI. Derechos de giro (DEG).

La reanudación del financiamiento monetario por parte del IRG aumentó las presiones inflacionarias. Sin embargo, las tasas de inflación variaron entre regiones: Saná experimentó una deflación del -11,8% y Adén enfrentó una inflación elevada del 7,0% debido a la depreciación de la moneda. Además, el costo de los bienes esenciales se ha disparado en Adén, y muchas familias ahora gastan más del 60% de sus ingresos sólo en alimentos.

“Los desafíos económicos y humanitarios de Yemen se están intensificando, pero el potencial de recuperación permanece con el apoyo y las estrategias adecuadas”, dijo Dina N. Abu-Ghaida, Gerente Nacional del Banco Mundial para Yemen. “El informe subraya áreas críticas para la acción, incluyendo abordar las presiones fiscales, aliviar las perturbaciones comerciales y estabilizar la moneda. El Banco Mundial es firme en su compromiso de apoyar a los yemeníes a través de estas crisis, brindar asistencia inmediata y allanar el camino para una economía sostenible y sostenible. futuro resiliente.”

Además, el informe señala que las continuas presiones fiscales y la fragmentación económica entre las zonas del norte y del sur amenazan con profundizar la división y complicar aún más los esfuerzos de recuperación. Por ejemplo, la redirección de las importaciones ha provocado una disminución sustancial de los ingresos aduaneros de Adén, lo que ha agravado aún más las condiciones económicas en el sur en comparación con las del norte. El potencial para aumentar la ayuda y la inversión depende de que todas las partes involucradas logren una tregua duradera y un compromiso con la reconstrucción.

El informe también destaca el grave impacto de la escalada de tensiones regionales, en particular los ataques hutíes en el Mar Rojo, que han perturbado el transporte marítimo y el comercio internacionales. Esto ha provocado un aumento de los costos de envío y de las primas de seguros, lo que ha afectado aún más la economía de Yemen.

Las perspectivas económicas para el Yemen siguen siendo muy inciertas. La reanudación de las exportaciones de petróleo y una recuperación económica más amplia parecen remotas sin un acuerdo de paz duradero. Los conflictos regionales en curso, la depreciación de la moneda y las presiones fiscales plantean riesgos importantes. Sin embargo, el informe señala que un acuerdo de paz sostenible podría mejorar rápidamente las perspectivas económicas del Yemen, respaldado por la asistencia financiera externa y los esfuerzos de reconstrucción.

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