La economía rusa podría describirse como un castillo de naipes: en pie, pero construido sobre unas bases inestables que podrían derrumbarse rápidamente. El Banco Central ruso, consciente de lo mala que se ha vuelto la situación económica, está tomando medidas drásticas para intentar que la economía de Moscú vuelva a encarrilarse, pero ¿lo conseguirá?
El Dr. Volodymyr Lugovskyy explica a Jason Smart del Kyiv Post que Rusia se encuentra en una situación muy difícil debido a la rápida y creciente inflación, que fue instigada debido al gasto descontrolado del Kremlin, tras la invasión a gran escala de Ucrania. Junto con los golpes que está recibiendo debido a las sanciones occidentales, Rusia se enfrenta ahora a un atolladero: ¿debería reducir el gasto gubernamental, lo que provocaría recortes en el gasto social que podrían dañar la popularidad de Putin, o debería el Kremlin seguir imprimiendo rublos, buscando “rescatar” su dañada economía, pero creando así una inflación más amplia?
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Lugovskyy, nacido en Ucrania, obtuvo su doctorado en la Universidad de Purdue y es profesor asociado de Economía en la Universidad de Indiana, donde actualmente preside el Departamento de Economía. Los principales intereses de investigación de Lugovskyy incluyen el comercio internacional, la economía experimental y la economía financiera. Tiene numerosas publicaciones en revistas importantes, como American Economic Review, European Economic Review, Journal of Financial Economics y Journal of International Economics.
La discusión detallada del Dr. Lugovskyy con Jason Jay Smart arroja luz sobre lo que debemos esperar ver a continuación en Rusia.
