La producción de la mayor economía de Europa se contrajo un 0,1 por ciento en comparación con los tres meses anteriores, dijo la oficina federal de estadísticas Destatis, después de expandirse un 0,2 por ciento en el primer trimestre.
Los datos del segundo trimestre sorprendieron a los analistas encuestados por FactSet que habían pronosticado un aumento del 0,1 por ciento.
En el período de abril a junio se observó una notable disminución de la inversión en equipos y construcción, dijo Destatis.
“La economía alemana está atrapada en una crisis”, dijo Klaus Wohlrabe, jefe de encuestas del instituto económico Ifo, citando la persistente debilidad del sector manufacturero y el lento consumo privado.
“En el tercer trimestre de 2024 tampoco se espera prácticamente ninguna mejora”, añadió.
Alemania, tradicionalmente un motor del crecimiento europeo, fue la única gran economía avanzada que se contrajo en 2023, al enfrentarse a una alta inflación, una desaceleración industrial y un enfriamiento de la demanda de exportaciones.
Una serie de indicadores habían sugerido que una recuperación estaba comenzando a principios de año, pero las esperanzas de un fuerte repunte se han visto atenuadas por datos más débiles en las últimas semanas.
“Alemania está teniendo un rendimiento muy pobre en estos momentos, especialmente en comparación con los países europeos vecinos donde hemos visto cifras de crecimiento bastante sólidas”, dijo el economista del LBBW Jens-Oliver Niklasch.
“Por supuesto, la industria alemana orientada a la exportación está más expuesta a la debilidad de la economía china, por ejemplo, pero muchos de los problemas son internos”, añadió.
La escasez de trabajadores calificados, los trámites burocráticos onerosos, una costosa transición hacia la energía verde y años de subinversión en infraestructura se suman a los problemas de Alemania.
La comparación con otros pesos pesados de la eurozona fue dura el martes: la economía francesa creció un 0,3 por ciento, más de lo esperado, en el segundo trimestre.
La economía española también superó las previsiones, creciendo un 0,8 por ciento gracias al aumento de las exportaciones y al fuerte gasto de los hogares.
En general, la producción en los 20 países de la eurozona se expandió un 0,3 por ciento en el segundo trimestre, más que el 0,2 por ciento esperado por los analistas.
– Inflación pegajosa –
El gobierno del canciller Olaf Scholz espera que la economía alemana crezca un 0,3 por ciento este año, impulsada por el aumento del gasto de consumo a medida que la inflación se desacelera y las tasas de interés bajan.
Pero en otra noticia preocupante, la inflación alemana subió en julio al 2,3 por ciento interanual desde el 2,2 por ciento del mes anterior, según Destatis, a pesar de las expectativas de los analistas de que se mantendría sin cambios.
La inflación del sector servicios se mantuvo elevada, en 3,9 por ciento, mientras que la inflación de los precios de los alimentos se aceleró ligeramente.
El Banco Central Europeo seguirá de cerca los últimos datos de inflación y crecimiento mientras evalúa si recortar nuevamente las tasas en septiembre, después de reducir los costos de endeudamiento por primera vez desde 2019 el mes pasado.
Carsten Brzeski, economista de ING, dijo que los datos publicados el martes “no han facilitado las cosas” para el BCE.
En particular, la inflación persistente “reforzará las dudas en torno a un nuevo recorte de tipos en la reunión de septiembre”, añadió.
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