Sólo el subíndice de producción se mantuvo por encima del nivel de referencia de 50, pero aun así cayó a 50,6 desde 50,8, lo que indica una desaceleración de la expansión manufacturera.
El índice, que cubre principalmente empresas más pequeñas y orientadas a la exportación, se ha mantenido por encima de la marca de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción durante ocho meses consecutivos.
El crecimiento de la producción manufacturera alcanzó un máximo de dos años en junio, mientras que el índice de pedidos (un indicador de la demanda que incluye el índice de pedidos del exterior) se mantuvo en territorio expansivo el mes pasado, pero a un ritmo más lento.
La demanda de bienes de consumo e intermedios fue más fuerte que la de bienes de inversión, según la encuesta.
2. Actividad de servicios controlada, pero sigue en expansión
La actividad en el sector servicios de China se desaceleró el mes pasado, aunque ambos indicadores se mantuvieron en expansión.
El PMI oficial no manufacturero de China –una medida del sentimiento en los sectores de servicios y construcción– cayó a 50,5 en junio desde 51,1 en mayo, manteniéndose en territorio de expansión por sexto mes consecutivo.
Dentro del PMI no manufacturero, el índice de actividad empresarial del sector de la construcción cayó a 52,3 desde 54,4 en mayo.
El subíndice oficial PMI de servicios también descendió de 50,5 a un mínimo de cinco meses de 50,2.
“Si bien la emisión de bonos gubernamentales comenzó a acelerarse nuevamente en mayo, parece que esto aún no se ha traducido en un mayor gasto en infraestructura”, dijeron los analistas de Capital Economics.
“Aunque el índice se mantuvo en territorio expansivo por decimoctavo mes consecutivo, el impulso de crecimiento se debilitó en comparación con mayo”, dijo Wang Zhe, economista senior de Caixin Insight Group.
La oferta y la demanda continuaron expandiéndose a un ritmo más lento, agregó, y los nuevos pedidos de exportación crecieron por décimo mes consecutivo.
Pero el empleo en el sector servicios volvió a empeorar, según Wang, mientras que los precios estuvieron bajo presión y el optimismo del mercado se debilitó.
3. Los medidores compuestos caen
El PMI compuesto oficial de China, que rastrea tanto el sector de servicios como el manufacturero, disminuyó de 51 en mayo a 50,5 en junio.
Los analistas de Capital Economics dijeron que el PMI compuesto oficial fue la lectura más baja de este año.
Mientras tanto, el PMI compuesto de Caixin/S&P cayó a 52,8 desde 54,1, pero se mantuvo en territorio expansivo desde noviembre.
“La oferta y la demanda se expandieron, y el sector manufacturero tuvo un mejor desempeño que el de los servicios. El empleo a nivel compuesto se contrajo, mientras que los niveles de precios se mantuvieron estables”, agregó Wang de Caixin Insight Group.
“Los niveles de precios en el sector de servicios fueron más débiles que los del sector manufacturero. Cabe destacar que el indicador de expectativas de producción futura registró en junio un mínimo de cinco años, lo que indica un débil optimismo tanto entre los fabricantes como entre las empresas de servicios”.
4. 'El apoyo a las políticas requiere una mayor consolidación'
Los analistas de Capital Economics dijeron que los PMI de junio sugirieron que la recuperación perdió algo de impulso el mes pasado.
“Sin embargo, las encuestas manufactureras pueden haberse visto afectadas por los efectos negativos del sentimiento debido a los recientes anuncios arancelarios de los EE. UU. y la UE”, dijeron.
“En la práctica, dudamos que la fortaleza de las exportaciones a corto plazo se vea afectada por los aranceles. Junto con un mayor gasto fiscal que apoye la demanda interna, esto mantendrá el crecimiento relativamente fuerte en los próximos meses”.
“Los datos macroeconómicos recientes muestran que la economía continúa recuperándose, con producción, demanda, empleo y precios estables, así como exportaciones fuertes”, afirmó Wang de Caixin Insight Group.
“De cara al futuro, es necesario consolidar aún más el apoyo político. Es necesario reforzar los esfuerzos para optimizar las regulaciones inmobiliarias, modernizar los equipos a gran escala, reemplazar los bienes de consumo antiguos y los 'tres grandes proyectos' (aquellos que implican viviendas asequibles, renovación de los pueblos urbanos e instalaciones públicas de doble uso que puedan utilizarse para fines cotidianos y de emergencia).
“Además, las reformas fiscales y tributarias deberían centrarse en crear expectativas más optimistas entre los participantes del mercado”.