El crecimiento económico de la República de Irlanda está mostrando signos de moderación después de un período de “expansión espectacular”, afirmó la mayor organización empresarial del país.
La Confederación Irlandesa de Empresas y Empleadores (IBEC) también advirtió que la falta de ejecución de proyectos de infraestructura y la subinversión en educación superior están “impactando materialmente” la reputación de Irlanda como lugar para hacer negocios.
En su perspectiva económica trimestral, el IBEC insta al ministro de Finanzas a centrarse en esas cuestiones en el presupuesto de octubre.
Será el último presupuesto antes de las elecciones generales irlandesas que podrían tener lugar a finales de este año.
La economía de Irlanda se recuperó fuertemente a partir de la pandemia y en 2023 el interno creció un 5% según cifras oficiales.
La tasa de empleo alcanzó un máximo histórico del 74,4% en el segundo trimestre de este año.
IBEC dice que espera que el impulso positivo continúe en el corto plazo, pero que “la perspectiva de futuro para el modelo económico irlandés es más desafiante”.
Cita el aumento de las tensiones comerciales mundiales y la mayor competencia por la inversión extranjera como un desafío al potencial de crecimiento, exacerbado por un pobre historial en la entrega de infraestructura.
“Es necesario abordar las prioridades estratégicas”
A principios de esta semana, el ex director ejecutivo de la agencia de inversiones extranjeras directas del país, Martin Shanahan, repitió una advertencia de que las empresas globales están “frustradas por la lenta respuesta a la hora de abordar las deficiencias de infraestructura en áreas como vivienda, energía, agua y transporte”.
El economista jefe del IBEC, Gerard Brady, dijo que “a diferencia del pasado” existe la posibilidad de abordar estos problemas, dado que el gobierno tiene un superávit presupuestario.
“El presupuesto 2025 debe priorizar la competitividad global mejorando las ofertas de inversión, fomentando la innovación e invirtiendo en habilidades e infraestructura críticas para impulsar nuestra economía.
“Esto sólo puede lograrse abordando prioridades estratégicas en lugar de diluir recursos con dádivas generalizadas”, añadió.