La industria automovilística italiana se enfrenta a una amenaza existencial si los fabricantes liderados por Stellantis NV no revierten la tendencia de disminución de la producción en el país, según un grupo del sector automovilístico.
La producción de vehículos de pasajeros de Stellantis en Italia cayó un 41% en los primeros nueve meses de este año, lo que generó preocupaciones sobre posibles pérdidas de empleos. Está previsto que algunos de los trabajadores de la empresa se unan a las protestas en Roma el viernes.
“Nuestra industria automotriz no puede sobrevivir si los volúmenes de producción siguen siendo tan bajos”, dijo en una entrevista Roberto Vavassori, director del grupo comercial Anfia y ejecutivo del proveedor de frenos Brembo. “Muchos proveedores de automóviles en Italia son pequeños y también están en riesgo.
Stellantis, propietaria de las marcas Fiat, Maserati y Alfa Romeo, es el mayor fabricante de automóviles de Italia por un amplio margen. Ha citado una caída en la demanda de vehículos eléctricos, una mayor competencia de los fabricantes chinos y los altos costos de la energía como razones para mantener cerradas durante semanas plantas como Mirafiori, que fabrica el Fiat 500 eléctrico.
El impulso del director ejecutivo Carlos Tavares para producir en países con costos más bajos llevó a enfrentamientos repetidos con el gobierno de la Primera Ministra Giorgia Meloni. Se espera que la producción italiana de automóviles caiga a alrededor de 500.000 unidades este año, desde alrededor de 750.000 en 2023, según estimaciones de los sindicatos.
Se espera que algunos sindicalistas de Francia y Estados Unidos, un motor clave de ganancias de Stellantis, se unan a las manifestaciones del viernes en la capital italiana.
“Nuestros trabajos se están trasladando a México y el tema es común, por eso voy a Roma”, dijo el jueves Brandon Campbell, representante del sindicato United Auto Workers, en una entrevista en el salón del automóvil de París. “Stellantis está cerrando fábricas en todas partes”.
