WASHINGTON — El Fondo Monetario Internacional está mejorando este año sus perspectivas económicas para China, India y Europa, mientras que reduce ligeramente las expectativas para Estados Unidos y Japón. Pero dice que el progreso mundial contra la aceleración de los precios se ha visto frenado por una inflación más rígida de lo esperado en los servicios, desde los viajes en avión hasta las comidas en restaurantes.
En general, el FMI dijo el martes que todavía espera que la economía mundial crezca un deslucido 3,2% este año, sin cambios respecto de su pronóstico anterior en abril y un poco menos que el crecimiento del 3,3% en 2023. Desde 2000 hasta 2019, antes de que la pandemia trastocara la actividad económica, el crecimiento mundial había promediado 3,8% anual.
El FMI, una organización de préstamos integrada por 190 países, trabaja para promover el crecimiento económico y la estabilidad financiera y reducir la pobreza mundial. En una publicación en el blog que acompañó la última actualización de sus Perspectivas de la economía mundial, el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, escribió que China y la India representarían casi la mitad del crecimiento mundial este año.
En parte debido a un aumento de las exportaciones chinas a principios de 2024, el FMI mejoró su pronóstico de crecimiento para China este año al 5% desde el 4,6% que había proyectado en abril, aunque por debajo del 5,2% en 2023. El pronóstico del FMI se publicó antes de que Pekín informara el lunes que la economía china, la segunda más grande del mundo después de Estados Unidos, había crecido a una tasa anual más lenta de lo esperado del 4,7% de abril a junio, por debajo del 5,3% en los primeros tres meses del año.
La economía china, que en el pasado crecía regularmente a un ritmo anual de dos dígitos, enfrenta desafíos importantes, en particular el colapso de su mercado inmobiliario y una población envejecida que está dejando al país con escasez de mano de obra. Para 2029, escribió Gourinchas, el crecimiento de China se desacelerará al 3,3%.
Ahora se prevé que la economía de la India se expanda un 7%, frente al 6,8% que había proyectado el FMI en abril, en parte debido a un mayor gasto de consumo en las zonas rurales.
El FMI afirmó que los “brotes de recuperación se materializaron en Europa”, que se había visto golpeada por los altos precios de la energía y otros daños económicos derivados de la invasión rusa de Ucrania en 2022. Citando un aumento en los negocios de servicios de Europa, el FMI elevó su pronóstico de crecimiento para 2024 para los 20 países que comparten la moneda euro en una décima de punto porcentual respecto de su pronóstico de abril, al 0,9%. En 2023, la eurozona creció un 0,5%.
Pero un primer trimestre débil en Estados Unidos llevó al FMI a rebajar su previsión de crecimiento para ese país este año al 2,6% desde el 2,7% que había pronosticado en abril.
Asimismo, el FMI redujo su perspectiva de crecimiento para 2024 en Japón al 0,7% desde el 0,9% que había previsto en abril y desde el 1,9% en 2023. El crecimiento de Japón en el primer trimestre se vio afectado por el cierre de una importante planta de automóviles, dijo el FMI.
Después de aumentar al 8,7% en 2022 a medida que la economía mundial se recuperaba rápidamente de la recesión pandémica, se espera que la inflación mundial continúe disminuyendo, del 6,7% en 2023 al 5,9% este año y al 4,4% en 2025.
Pero el progreso se está desacelerando, dijo el FMI, porque la inflación de los servicios ha demostrado ser persistentemente difícil de controlar. El fondo advirtió que algunos bancos centrales podrían mantener las tasas de interés más altas durante más tiempo de lo previsto, hasta que estén convencidos de que la inflación está firmemente bajo control. Como resultado, los costos de endeudamiento más altos de lo esperado podrían debilitar el crecimiento global.
“La buena noticia es que, a medida que los shocks de los titulares se fueron disipando, la inflación bajó sin que se produjera una recesión”, escribió Gourinchas. La mala noticia, dijo, es que todavía no ha vuelto a los niveles previos a la pandemia.