A juzgar por los índices estadounidenses, que siguen alcanzando nuevos máximos, la economía podría parecer próspera. Sin embargo, la realidad es más complicada.
Las tasas de crecimiento se están desacelerando gradualmente, lo que es evidente no sólo porque La creación de empleo alcanzó sólo 150.000 puestos de trabajopor debajo de los 165.000 esperados.
Más importante aún, los índices manufactureros y de servicios del ISM cayeron por debajo de 50, y los indicadores del PIB de la Reserva Federal de Atlanta disminuyeron.
La cuestión más alarmante, que sorprendentemente aún no ha suscitado mucha preocupación, es el creciente número de quiebras del sector corporativo debido a las altas tasas.
Según S&P Global, en junio se produjo un aumento histórico en las solicitudes de quiebra corporativa en Estados Unidos, con 75 solicitudes, el número más alto registrado en un mes desde al menos principios de la década de 2020.
Las 346 solicitudes totales presentadas hasta el momento en 2024 también superan cualquier cifra comparable de los últimos 13 años. Además de la política monetaria restrictiva, la desaceleración del gasto de los consumidores afecta a las empresas en crisis.
Por ejemplo, el sector de consumo discrecional encabezó a todos los demás en 2024, con 55 solicitudes de quiebra en total, 16 de las cuales se produjeron en junio. Así que, después de todo, no todo es bueno en el reino…
Incluso el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, expresó el martes su preocupación por mantener las tasas de interés demasiado alto por demasiado tiempo Podría poner en peligro el crecimiento económico.
Entonces, ¿se bajarán las tasas en septiembre?
La probabilidad de un cambio de tendencia en la política monetaria crece día a día. A medida que la economía se desacelera, la inflación se acerca gradualmente al objetivo del 2%.
Sin embargo, a la Fed le sigue preocupando que una flexibilización de la política monetaria demasiado temprana pueda complicar sus esfuerzos. Lo mejor es seguir de cerca los datos macroeconómicos.
Mientras tanto, la relación entre las acciones de crecimiento estadounidenses y las acciones de valor ha alcanzado su punto más alto desde la burbuja de las puntocom, al igual que la participación del sector tecnológico en El S&P 500 en comparación con el índice más amplio.
Esto ha llevado a predecir que el mercado de valores estadounidense podría sufrir una caída significativa de alrededor del 10% en los próximos meses.
Por ahora, las malas noticias económicas en Estados Unidos son buenas para los bonos, las acciones y el oro. El problema es que esta tendencia nos aleja cada vez más de un aterrizaje suave.
Esta semana, no sólo El calendario económico de Estados Unidos está muy activoLa nueva temporada de ganancias comienza esta semana con informes de grandes bancos como Wells Fargo, JPMorgan y Citigroup, que podrían moderar el optimismo del mercado.
Scott Rubner, de Goldman Sachs Group Inc., dijo hoy que prevé un doloroso período de dos semanas a partir de agosto si las ganancias corporativas no alcanzan los niveles esperados.