Pakistán y Corea del Sur, si bien son distintos en sus dinámicas culturales y regionales, exhiben paralelos intrigantes en sus narrativas históricas y geopolíticas. Ambas naciones surgieron del crisol de la división de mediados del siglo XX: Pakistán de la India británica y Corea de la ocupación japonesa. Cada región recién independizada se bifurcó posteriormente en dos partes en medio de disputas ideológicas y territoriales. Pakistán y Corea del Sur comparten un legado de partición que ha fomentado tensiones persistentes con los países vecinos. Además, ambos han sorteado el dominio militar y la difícil búsqueda de la estabilidad democrática.
Hace décadas, sus trayectorias económicas también fueron un reflejo de las de los demás, marcadas por períodos de rápido crecimiento industrial. A pesar de estas similitudes, los caminos de Pakistán y Corea del Sur divergieron significativamente en materia de desarrollo económico.En 1962, La brecha entre el Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita de Corea del Sur y Pakistán era de apenas 30 dólares. Si avanzamos rápidamente hasta 2022, esa brecha se amplió drásticamente a 34.630 dólares. Tras haber acelerado su economía con un vigor impresionante, Corea del Sur es ahora un país de altos ingresos con un INB per cápita de 36.190 dólares.Por otra parte, Pakistán sigue siendo un país de ingresos medios bajos, con un INB per cápita de apenas 1.560 dólares.
Las escalas de desarrollo de ambas naciones han divergido marcadamente en las últimas décadas. En 1978, Corea del Sur entró en el grupo de ingresos medios bajos con un INB per cápita de 1.280 dólares, en marcado contraste con los modestos 230 dólares de Pakistán. Una década después, Corea del Sur avanzó a un estatus de ingresos medios altos con un INB de 4.520 dólares, mientras que Pakistán se quedó muy atrás con 380 dólares. En 1997, Corea del Sur se había catapultado al estatus de ingresos altos, con un INB per cápita de 13.550 dólares, en comparación con los 440 dólares de Pakistán. Esta dramática disparidad en el INB subraya el profundo impacto de las políticas económicas focalizadas y la sólida industrialización.
El ascenso de Corea del Sur puede verse como resultado de su sólida innovación y desarrollo en la economía del conocimiento, lo que la coloca dentro de los Top 10 del Índice Global de Innovación y clasificación 17º en el Índice Global de Conocimiento para 2023. En contraste, la lucha de Pakistán en estas áreas es evidente, ya que ocupa el puesto 88 en innovación entre 132 economías y 117º en el Índice Global de Conocimiento entre 133 paísesEste marcado contraste pone de relieve el importante impacto que tienen las políticas centradas en la innovación y el conocimiento en el éxito y los desafíos nacionales.
El ascenso de Corea del Sur en la esfera de la innovación y su transición hacia una economía basada en el conocimiento están profundamente arraigados en el sistema chaebol: grandes conglomerados controlados por familias, cuyo término deriva de las palabras coreanas “chae” (riqueza) y “bol” (clan). Estos conglomerados, que operan en diversos sectores como la electrónica, la industria pesada, las finanzas y los servicios, se caracterizan por su propiedad familiar y sus complejas participaciones cruzadas. Los grandes chaebols como Samsung, Hyundai Motor Group, LG Group y SK Group son fundamentales para la economía de Corea del Sur, ya que influyen enormemente en su PIB, su empleo y su panorama político y cultural. Su papel fundamental ha impulsado la rápida industrialización de Corea del Sur y su estatus como líder industrial mundial.
Mientras Pakistán se embarcaba en una política de nacionalización, Corea del Sur adoptó un enfoque diferente al fomentar el crecimiento de los chaebols. Estas entidades se convirtieron en catalizadores de la innovación tecnológica, canalizando enormes cantidades hacia la investigación y el desarrollo (I+D): el 4,9 por ciento del PIB de Corea del Sur, en comparación con el modesto 0,25 por ciento de Pakistán. Los tres principales chaebols de Corea del Sur gastaron una media de 8.200 millones de euros en 2022 en investigación y desarrollo, ubicando al país en el quinto lugar a nivel mundial en gastos de I+D.
Los chaebols influyen significativamente en la economía de Corea del Sur. Por ejemplo, los recursos de Samsung son equivalentes a 20 por ciento del PIB del paísCabe destacar que la capitalización de mercado de Samsung se sitúa en 381.4 mil millones de dólaressuperando el PIB de Pakistán para 2023. En 2023, los ingresos de Samsung alcanzaron 233.1 mil millones de dólarescasi dos tercios del PIB de Pakistán, lo que pone de relieve su importante impacto económico. Estas cifras ilustran el papel fundamental que desempeñan los chaebols como Samsung en el impulso del desempeño económico de Corea del Sur y su posición empresarial a nivel mundial.
Los chaebols de Corea del Sur han desempeñado un papel fundamental, más allá de mejorar la imagen global del país. Han sido fundamentales para fomentar asociaciones público-privadas que impulsan la infraestructura y el desarrollo urbano, impulsan el crecimiento basado en las exportaciones y realizan inversiones sustanciales en I+D. Estos conglomerados también contribuyen a la creación de empleo y la estabilidad económica, lo que apuntala el éxito económico de Corea del Sur en múltiples frentes.
Mientras Pakistán adoptó la nacionalización para mejorar la distribución de la riqueza, el gobierno de Corea del Sur emprendió un camino diferente: apoyó a sus chaebols posibilitando asociaciones tecnológicas, licencias e inversiones en infraestructura, todo ello dentro de un marco regulatorio favorable. La planificación estratégica a través de sucesivos planes económicos quinquenales armonizó a estos gigantes corporativos con los objetivos nacionales. Esta relación simbiótica ha sido fundamental para la rápida industrialización y el éxito económico de Corea del Sur.
Pakistán podría considerar a Corea del Sur como modelo para el desarrollo económico, haciendo hincapié en los esfuerzos por fomentar el sector privado y la expansión de los conglomerados con la ayuda de políticas de apoyo. A diferencia de Corea del Sur, donde grandes empresas como Samsung y LG tienen una importante presencia global y capitalizaciones de mercado, la mayoría de las empresas paquistaníes son relativamente pequeñas, por lo general por debajo de los 2 mil millones de dólaresPara que Pakistán mejore su posición en el escenario mundial, necesita priorizar la innovación y adoptar tecnologías avanzadas impulsando la inversión en investigación y desarrollo. Este giro estratégico podría permitir a las corporaciones paquistaníes expandir su influencia y operaciones a nivel internacional para mejorar la imagen global del país.