Puede pensar que el dinero extra u otras recompensas externas nos impulsan a lograr logros, pero la motivación verdadera y sostenida proviene de dentro, según muestran las investigaciones.
A veces miramos la motivación al revés. Asumimos que debe haber un resultado o recompensa para motivarnos a nosotros mismos o a otros a actuar. Esto no es lo que nos muestra la ciencia.