El discurso del Rey pretende arreglar algunas de las tuberías, el cableado y los cimientos de la economía para “lograr que Gran Bretaña construya”.
Pasará hasta bien entrado el próximo año antes de que podamos ver algún impacto en el crecimiento económico como resultado de estos planes.
De hecho, la principal ley anunciada por Su Majestad tiene como objetivo promover la “estabilidad económica”, lo cual es digno de mención. La estabilidad no es algo que normalmente requiera legislación, pero es algo que se daría por sentado en el Reino Unido.
Los planes esbozados incluyen muchos cambios delicados en la forma en que el gobierno toma decisiones importantes en materia de planificación, infraestructura, vivienda y transporte. El objetivo final es dar a los inversores privados más certidumbre sobre la economía y las políticas.
El “Proyecto de Ley de Responsabilidad Presupuestaria”, por ejemplo, es una forma elaborada de decir que nunca habrá otro momento desastroso de mini-Presupuesto como el de Liz Truss.
Ningún futuro canciller podrá ignorar el juicio del analista financiero independiente del gobierno, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), como ocurrió a fines de 2022, cuando Truss anunció £ 45 mil millones en recortes de impuestos no financiados.
La esperanza es que esto sea una roca de credibilidad y estabilidad tal que la inversión en el Reino Unido se dispare y los tipos de interés para los hogares, las empresas y el propio gobierno bajen y no vuelvan a subir. Internamente lo llaman “arreglar los cimientos”.
El papel de la OBR a la hora de juzgar la viabilidad de cada una de las políticas, en otras partes del discurso, ya está claramente definido. También tiene un papel inmediato a la hora de juzgar si todas las demás políticas anunciadas realmente promueven el crecimiento.
¿Es esto transformador? El gobierno sostiene que la estabilidad en sí misma es casi revolucionaria después de varios años de caos continuo. Pero ¿realmente necesita la canciller una legislación que le impida hacer lo mismo que Liz Truss?
La consecuencia realmente importante de este enfoque es que llegará un momento este verano en que la OBR decidirá si todas estas reformas realmente impulsarán el crecimiento.
Anteriormente ha dado crédito a políticas que espera que impulsen la economía, por ejemplo, incorporando la política de cuidado infantil del ex canciller Jeremy Hunt en sus pronósticos de crecimiento.
Si la OBR vuelve a hacer esto con los proyectos de ley planificados por el Partido Laborista, ayudará a “mejorar las llamadas compensaciones” y habrá menos presión para recortar el gasto o aumentar los impuestos.
Si la OBR no cree que los planes del Partido Laborista impulsarán el crecimiento significativamente, entonces es difícil ver cómo puede evitar aumentar los impuestos o detallar los recortes de gasto en la próxima Revisión del Presupuesto y Gasto de Otoño.
El gobierno está utilizando su amplia mayoría para impulsar algunos cambios políticamente dolorosos que deberían impulsar el crecimiento a largo plazo.
Habrá que esperar para ver si funciona, y actualmente se está poniendo mucho énfasis en medidas que pueden tardar mucho tiempo en implementarse.