En una casa adosada escasamente amueblada en el norte de Filadelfia, Saiyda Bey se acomoda en un diván gris. La casa huele a incienso y su gatito negro, Kit Kat, camina de un lado a otro por la habitación.
Bey, de 33 años, luce orgullosa una gorra con la leyenda “Blacks for Trump” (Negros por Trump) que compró por 20 dólares en el exterior del mitin de JD Vance en Pensilvania a principios de esta semana. Está nerviosa mientras revisa algunas notas que tomó en preparación para esta entrevista, pero feliz de compartir sus pensamientos sobre las próximas elecciones presidenciales.
“Creo que la vida sería mejor con Donald Trump debido a su plan de asegurar más empleos en los barrios empobrecidos”, dijo Bey, quien, como muchos estadounidenses, ha estado luchando con el alto costo de vida y culpa al gobierno actual por el estado de la economía.
“Siempre he tenido dificultades, pero con la administración de Donald Trump me he enfrentado a menos dificultades”.
Los estadounidenses están divididos sobre cuál de los candidatos presidenciales será capaz de hacer más asequible la vida a las familias de ingresos medios y bajos. Ni Donald Trump ni Kamala Harris han publicado una plataforma económica detallada, pero las encuestas sugieren que muchos estadounidenses creen que los republicanos están centrados en la economía y los recortes de impuestos, mientras que los demócratas prometen gravar a los ricos y a las corporaciones.
Según datos del censo de Estados Unidos, el barrio del norte de Filadelfia donde nació y creció Bey tiene una tasa de empleo del 39 por ciento y el ingreso anual medio fue de poco más de 28.000 dólares en 2022. La mayoría de los habitantes son afroamericanos y viven por debajo del umbral de pobreza.
Los votantes estadounidenses en los mítines demócratas y republicanos están expresando serias preocupaciones sobre su futuro económico, mientras el costo de vida emerge rápidamente como un tema dominante de la campaña presidencial de 2024.
La economía bajo Biden
Bajo la administración Biden, el precio de los alimentos se ha disparado y las tasas de interés han aumentado a su nivel más alto desde 2001, lo que dificulta que algunos estadounidenses paguen sus hipotecas o compren casas. Pero las cosas están mejorando, y la Reserva Federal ahora dice que un esperado recorte de tasas está sobre la mesa para septiembre, lo que reducirá los costos de los préstamos.
“Lo que estamos viendo ahora es una tasa de desempleo muy baja y una tasa de inflación que ha alcanzado niveles normales”, dijo Francesco D'Acunto, titular de la Cátedra A. James Clark en Bienes Raíces Globales de la Universidad de Georgetown en Washington DC.
La inflación en Estados Unidos ronda actualmente el 3% y tiende a la baja hacia la tasa objetivo, que es del 2%. Hace dos años, estaba cerca del 10%, el nivel más alto en 40 años.
Sin embargo, D'Acunto dice que los salarios están creciendo a un ritmo más rápido que la inflación y, como resultado, los hogares de clase media ya deberían haber comenzado a ver un repunte en sus cuentas bancarias.
“En los últimos meses, deberían haber empezado a ver… una reversión de este desequilibrio”, dijo.
D'Acunto afirma que la inflación comenzó a aumentar durante la pandemia, cuando se cerraron las fronteras y China no pudo enviar productos a Estados Unidos, Canadá u otros países. Eso aumentó drásticamente el precio de los bienes, mientras que la guerra en Ucrania hizo subir los precios de la energía.
“Esas causas no fueron culpa de Trump, en aquel entonces cuando la inflación empezó a subir, ni de Biden”, dijo D'Acunto.
Trabajando en 3 trabajos para pagar las cuentas
Bey tiene tres trabajos: trabaja a tiempo parcial como directora de membresías en la YMCA y atiende el bar en dos bares diferentes. A veces, para llegar a fin de mes, tiene que alquilar un coche para poder entregar comida para Uber Eats o InstaCart.
“Sólo para pagar el alquiler y los servicios públicos, que son electricidad, gas y agua, se necesitan entre 1.200 y 1.600 o 1.700 dólares”, dijo Bey. “Eso es sólo en este barrio”.
Ella dice que eso es lo que solía costar vivir en los suburbios o en una zona de mayores ingresos.
Después de pagar sus cuentas, Bey dice que le quedan unos 100 dólares por semana para comida y transporte. Aun así, le va mejor que a algunos de sus amigos que, según dice, se vieron obligados a mudarse del barrio.
“Este barrio ya está por debajo del nivel de vida”, dijo Bey. “Por lo tanto, no poder permitirse vivir de manera sostenible y cómoda en este barrio es un problema”.
Despedido y tratando de salir adelante
Pierce Hacking trabajó como asociado de gestión de divisas en TD Bank hasta que lo despidieron en junio pasado. Ahora vive por debajo del umbral de pobreza y cuida de su padre, a quien le diagnosticaron cáncer después de recuperarse de un derrame cerebral.
“Somos simplemente una familia normal que intenta salir adelante”, dijo Hacking, quien colabora voluntariamente en la campaña de Harris.
Hacking, de 32 años, vive en la comunidad Maple Shade de Nueva Jersey, donde hay una tasa de empleo del 63 por ciento y el ingreso anual medio es de $71,748, según datos del censo.
Votará por Harris en las próximas elecciones y dice que cree que ella es la persona adecuada para liderar el país.
“Tiene un título en economía”, dijo Hacking. “Y eso parece no ser el tema que menciona la gente”.
Harris ha dicho que promoverá la licencia familiar remunerada y el cuidado infantil asequible. También ha dicho que el fortalecimiento de la clase media será un “objetivo determinante” de su presidencia.
Como senadora de California, Harris Propuso la Ley LIFT a finales de 2018 El proyecto de ley tenía como objetivo aumentar los ingresos de las personas con ingresos bajos y moderados mediante el establecimiento de un crédito fiscal reembolsable que igualaba hasta 3.000 dólares de los ingresos de los trabajadores solteros y hasta 6.000 dólares de los trabajadores casados. El proyecto de ley nunca pasó de la etapa introductoria.
También había propuesto un crédito fiscal reembolsable para tratar de ayudar a las personas que pagan más del 30 por ciento de sus ingresos en alquiler.
“Kamala Harris me ha dado mucha esperanza”, dijo Hacking.
Él dice que cree que ella defenderá a todos los estadounidenses y continuará introduciendo créditos fiscales y programas que ayudarán a las personas que están luchando.
Ante la perspectiva de una elección entre Harris y Trump, Ian Hanomansing, de The National, pide a los expertos políticos estadounidenses Cornell Belcher y Chris Cillizza que analicen cómo podría desarrollarse la campaña y cuál podría ser el posible camino hacia la victoria para Kamala Harris.
Entonces, ¿qué partido es mejor para la economía?
Hans Noel, profesor asociado de gobierno en la Universidad de Georgetown, dice que si bien tradicionalmente se piensa que los republicanos son mejores para la economía, históricamente la economía estadounidense ha tenido un buen desempeño con ambos partidos.
“Los demócratas tienen, en realidad, un historial bastante bueno en la economía, al menos en algunas métricas como el crecimiento económico y… la distribución del ingreso”, dijo.
Noel dice que la inflación es alta en todo el mundo y, en todo caso, la economía estadounidense se ha recuperado de la pandemia de coronavirus mejor que la de otras democracias. Sin embargo, señala que históricamente los votantes han culpado a los partidos en el poder por las cosas que salen mal bajo su mandato.
Dice que, al final del día, los votantes necesitan determinar la postura de cada partido sobre los temas con los que están alineados y votar por el candidato que mejor refleje sus puntos de vista.
Bey dice que cuando Trump era presidente, recibió un subsidio por desempleo del gobierno durante la crisis de COVID, lo que la ayudó a salir adelante. En 2020, Trump firmó la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus, un proyecto de ley de estímulo económico de 2,2 billones de dólares.
Pero Bey ha sido fan de Donald Trump desde antes de que fuera elegido presidente en 2016. Ella cree que su experiencia en los negocios lo hace el más indicado para sacar al país de la inflación y mejorar la vida de los estadounidenses.
“A él le importa hacer un cambio en Estados Unidos que no nos lleve de regreso al punto de donde venimos”, dijo.
