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Es probable que los walkie-talkies de Hezbollah que detonaron en todo el Líbano se encontraban entre decenas de miles de falsificaciones, según un director del fabricante japonés de equipos de radio Icom.
El Detonación de walkie-talkies y buscapersonas. La semana pasada, los ataques en todo el Líbano mataron al menos a 35 personas e hirieron a cientos más. Algunos de los walkie-talkies llevaban etiquetas Icom.
Después de los ataques, que se produjeron cuando Israel intensificó su ofensiva contra HezbollahIcom inició una investigación sobre los dispositivos y dijo que su radio portátil IC-V82 “fue producida y exportada, incluso a Oriente Medio, entre 2004 y octubre de 2014”.
“Fabricamos y enviamos 160.000 de esas radios V82 en los 10 años antes de que las descontinuáramos hace aproximadamente una década”, dijo el ejecutivo y miembro de la junta directiva de Icom, Yoshiki Enomoto, al Financial Times. “Es posible que hoy esté circulando el mismo número de modelos falsificados”.
Icom dijo que los dispositivos “no habían sido enviados desde nuestra empresa” desde que fueron descontinuados y que a los fotografiados después del ataque parecía faltarles un sello holográfico utilizado para distinguir las falsificaciones. La empresa añadió que también había interrumpido la producción de baterías para los dispositivos.
“Estamos 99,9 por ciento seguros de que nuestros productos no estuvieron involucrados. . . y no podemos saber exactamente cuántas falsificaciones existen”, dijo Enomoto, subrayando los riesgos que plantea la seguridad de la cadena de suministro.
Tras los ataques, Icom se comprometió a reforzar sus medidas contra la falsificación, aunque existen límites a lo que la empresa puede lograr.
En el pasado, Icom cerró algunas fábricas de falsificaciones con la ayuda de las autoridades locales. La compañía también descontinua y actualiza sus productos cada pocos años, dijo Enomoto.
Los ataques han puesto la atención en los orígenes de los artefactos explosivos y en cómo fueron utilizados como armas, dijo Ken Kotani, profesor y experto en defensa de la Universidad Nihon en Japón.
“Es extremadamente difícil intentar controlar las cadenas de suministro de dispositivos falsificados, pero tenemos que intentar encontrar soluciones, probablemente a través de la tecnología”, afirmó Kotani.
No es la primera vez que los walkie-talkies de Icom están en el centro de atención. Durante la guerra de Afganistán, los informes mostraron que los talibanes utilizaron los dispositivos, o copias de ellos.
Fundada y con sede en un suburbio de Osaka, la tercera ciudad más grande de Japón, Icom se está preparando para celebrar su 60º aniversario este año.
Icom controla alrededor del 40 por ciento del mercado de radioaficionados, más del 25 por ciento del mercado de radio marítima y el 5 por ciento del mercado móvil terrestre, según la empresa. Las ventas netas fueron de 245 millones de dólares en el año fiscal que finalizó en marzo de 2024, de los cuales 90 millones de dólares se realizaron en América del Norte.
Icom, que tiene un distribuidor israelí, dijo que el Ministerio de Comercio japonés se había puesto en contacto con la empresa en relación con el ataque.
