Ministros europeos: Rusia miente sobre su fortaleza económica y se necesitan más sanciones

La economía rusa en tiempos de guerra no es el baluarte tolerante e inmune a las sanciones que Moscú deja ver. Las sanciones, en cambio, están presionando a Rusia y podrían hacer más si Occidente es lo suficientemente paciente, argumentó un grupo de ocho ministros de finanzas europeos en un encuentro conjunto. El guardián.

Los ministros europeos no están de acuerdo.

“Si analizamos las señales con más detenimiento, queda claro que no todo es tan color de rosa en la economía rusa como Moscú pretende hacernos creer”, escribió el grupo, que incluía a representantes de países como Suecia, Polonia y los Países Bajos.

Aunque Rusia expansión del PIB Si bien el crecimiento económico puede dar la ilusión de estabilidad, los autores afirmaron que su fuente subyacente de crecimiento no es de ninguna manera sostenible.

El gran estímulo financiero es el principal factor que mantiene a Rusia a raya, pero los ministros señalaron que no se trata de un pilar inagotable de apoyo. Dos años después del inicio de la guerra de Moscú en Ucrania, el gobierno ha reducido casi a la mitad los activos líquidos del fondo de riqueza nacional de Rusia, escribieron en un ejemplo.

Los autores también citaron intervenciones extremas para cuestionar la estabilidad de Rusia, incluidas prohibiciones a las exportaciones y controles estrictos de capital. Estas políticas, junto con fuertes inversiones en la industria rusa de guerra, indican que Moscú está retrocediendo hacia una economía de la Unión Soviética:

“Lo que podría percibirse y confundirse como un 'impulso' al crecimiento ruso es, de hecho, el comienzo de una resovietización de la economía”, afirman los autores.

Continuaron: “La historia muestra claramente que ésta no es una estrategia exitosa a largo plazo”, citando que el sobrecalentamiento del sector privado probablemente resultará en estancamiento e impulsará la inflación.

Los ocho ministros argumentaron que estas condiciones hacen que las sanciones occidentales sean más importantes que nunca y añadieron que se debe aumentar la presión sobre Rusia. Pidieron restricciones más severas sobre los sectores energético, financiero y tecnológico de Moscú.

Si Estados Unidos y sus aliados mantienen la presión sobre Moscú, la necesidad continua de estímulo del país obligará al Kremlin a recurrir a la financiación monetaria. Según los ministros, esto erosionará las reservas de efectivo rusas y aumentará el sufrimiento inflacionario.

Señalaron que si Occidente es lo suficientemente paciente, la confianza de Rusia eventualmente se desplomará a medida que se produzcan daños a largo plazo.

Los ministros argumentaron que no sólo se debería aumentar la presión sobre el Kremlin, sino que los líderes occidentales deberían adoptar una postura más dura contra los países que suministran a Rusia los bienes necesarios para su guerra.

“Tanto los países fronterizos como los de origen deben seguir trabajando para cerrar las lagunas que permiten la entrega de todos los bienes que alimentan la maquinaria de guerra rusa, directa o indirectamente”, escribieron los ministros, y agregaron: “También es esencial implementar sanciones similares a las impuestas a Bielorrusia y ejercer más presión sobre otros importantes facilitadores de la elusión de sanciones en el este de Asia y Oriente Medio”.



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