China, la segunda economía más grande del mundo, ha experimentado cambios significativos en los últimos años.
El panorama económico del país se caracteriza por una combinación de un sólido crecimiento en la manufactura de alta tecnología y una desaceleración en los sectores tradicionales.
El índice oficial de gerentes de compras (PMI) (una métrica económica en la que los números superiores a 50 indican expansión económica) para la manufactura de alta tecnología aumentó a 52,3 en junio de 2024, lo que refleja el impulso del gobierno para modernizar las fábricas e invertir en nuevas industrias como los vehículos eléctricos.
Sin embargo, el PMI general se mantuvo en 49,5, lo que indica la necesidad de una mayor consolidación del impulso de la recuperación. Esta dualidad muestra las complejidades y los desafíos que enfrenta la trayectoria económica de China.
Desafíos que enfrentan los bancos de inversión occidentales en China
Las instituciones financieras occidentales en China han enfrentado obstáculos importantes que han provocado recortes sustanciales de empleos en 2023.
Cinco de las siete unidades de valores chinas afiliadas a Wall Street y a bancos europeos reportaron pérdidas o vieron caer sus ganancias.
Esta caída se atribuye a una desaceleración del mercado exacerbada por una prolongada caída del mercado inmobiliario y a las crecientes tensiones geopolíticas entre Washington y Pekín.
Por ejemplo, la operación de JPMorgan en China vio caer sus beneficios un 55% hasta 119 millones de yuanes (16 millones de dólares). La plantilla total de estas unidades se redujo un 13% con respecto a 2022, lo que refleja el complicado entorno.
Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan, comentó que parte de su negocio de banca de inversión en China “se había desplomado”.
La disminución del flujo de negocios ha creado un círculo vicioso, limitando futuras inversiones en capacidades onshore y reduciendo futuras oportunidades de negocios.
Este escenario ha llevado a algunos bancos a explorar oportunidades más prometedoras en regiones como India, el Sudeste Asiático y Estados Unidos.
El impacto de las tensiones geopolíticas en la economía china
Las tensiones geopolíticas han afectado significativamente el panorama económico de China, particularmente en sus mercados de capital.
La constante fricción entre Washington y Pekín ha contribuido a un debilitamiento de la economía, marcado por una prolongada desaceleración del sector inmobiliario.
Esta tensión también ha afectado a las actividades transfronterizas, incluidas las fusiones y adquisiciones, que han seguido siendo débiles.
La introducción de nuevas regulaciones que exigen que las cotizaciones en el extranjero obtengan la aprobación de los reguladores chinos ha complicado aún más el clima de inversión.
Además, la Unión Europea y Estados Unidos han anunciado planes para aumentar los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China, lo que refleja el conflicto geopolítico más amplio.
Estas medidas han provocado una disminución de los nuevos pedidos de exportación, y el PMI de nuevos pedidos de exportación cayó a 49,4 en junio de 2024.
El efecto acumulativo de estas tensiones geopolíticas ha creado un entorno de incertidumbre que dificulta que las empresas naveguen y planifiquen el futuro, lo que frena el impulso económico.
El futuro del papel económico de China
El futuro económico de China sigue siendo una compleja interacción de desafíos y oportunidades.
Si bien el país continúa impulsando avances en la fabricación de alta tecnología, enfrenta obstáculos importantes debido a las tensiones geopolíticas y una economía en desaceleración.
Los bancos de inversión occidentales están reduciendo su tamaño y las estrategias de inversión globales se están desplazando hacia regiones más prometedoras.
Sin embargo, el enfoque de China en la innovación y las reformas respaldadas por el gobierno podrían allanar el camino para un crecimiento sostenido.
A medida que evoluciona el panorama económico mundial, el papel de China será sin duda fundamental y requerirá un manejo cuidadoso de las presiones internas y externas para mantener su trayectoria económica.