Los sectores financiero, de importación y exportación y de bienes raíces representan más del 50 por ciento del producto interno bruto de la ciudad y también son importantes proveedores de empleos bien remunerados. A los jóvenes les resulta difícil encontrar un empleo con ingresos estables, horarios flexibles y una trayectoria profesional predecible en otros sectores.
La vela puede contribuir a llenar este vacío si la industria se desarrolla más en Hong Kong. Los constructores de barcos de vela, los agentes y los clubes náuticos sumarían personal en áreas como el diseño de barcos, el comercio, los servicios marítimos, la financiación, los seguros, la gestión de tripulaciones, la gestión de regatas, la formación, los servicios jurídicos, la alimentación y las bebidas y la organización de eventos.
Los navegantes también pueden contribuir a la economía de las islas remotas, revitalizando los pueblos pesqueros de la zona. El beneficio económico para una ciudad podría ser significativo. Por ejemplo, se estima que la America's Cup de este año creará un impacto económico positivo de 2.100 millones de dólares y 19.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo para Barcelona.
Hong Kong tiene más de 170 años de historia como anfitrión de regatas y alberga ocho clubes náuticos. Estos clubes ya organizan regatas con regularidad. Un ejemplo exitoso es la Hong Kong Race Week, que tuvo lugar en febrero y atrajo a más de 270 regatistas de 10 países. Estos eventos merecen más cobertura mediática, patrocinio y apoyo gubernamental para que puedan celebrarse con mayor frecuencia y a mayor escala.
En el resto de la Gran Bahía, el entusiasmo por la navegación va en aumento, como lo demuestra el creciente número de campamentos de entrenamiento y clubes náuticos. En la actualidad, hay más de 10 clubes náuticos en los que están amarrados algunos de los mejores veleros de China en la zona del delta del río Perla, incluidos Macao, Zhuhai, Shenzhen y Nansha.
Hace unos años, el gobierno central aprobó un “plan de viajes individuales” para yates en Hong Kong, Macao y la provincia de Guangdong. Sin embargo, como líder en deportes acuáticos, Hong Kong aún no ha aprovechado plenamente esta política para la creación de empleo y el crecimiento económico.
Cada año, la reparación y el mantenimiento de un velero cuestan entre el 10 y el 20 por ciento de su precio original. Con más veleros amarrados en Hong Kong, esto puede convertirse en una importante fuente de ingresos constantes para la economía local. Hong Kong debería aprovechar su condición de puerto libre para mantener más transacciones locales de veleros y piezas de reparación, de modo que los trabajadores cualificados de los astilleros y puertos deportivos sigan empleados.
A diferencia del turismo de masas, la navegación a vela tiene menos impacto negativo en los residentes locales. Durante el horario laboral, los marineros pasan la mayor parte del tiempo en el mar, lo que supondría una pequeña carga para las ya concurridas carreteras y el distrito comercial de Hong Kong. En términos de turismo sostenible, la navegación a vela también es una opción más ecológica en lo que respecta a los viajes por mar, ya que consume menos diésel y, por tanto, emite menos contaminación.
Elegante, competitivo, atlético e inteligente: esa es la imagen que Hong Kong necesita cultivar para su marca de alta gama a nivel internacional.
Andy Cheng Yin-kwan es miembro del consejo del distrito de Tuen Mun y vicepresidente del Comité de Asuntos de la Juventud del Consejo de la Industria de la Construcción.
