Por qué un crecimiento sólido complica el plan maestro del Presupuesto

Los últimos datos sobre la economía del Reino Unido revelaron que creció de forma sólida entre abril y junio, al igual que en los tres meses anteriores. Las cifras muestran claramente un punto de inflexión en la primavera, cuando el Reino Unido continuó su recuperación de la breve recesión de finales de 2023.

El crecimiento del 0,7% en el primer trimestre y el 0,6% que siguió no son un boom, pero sí un bienvenido retorno a un crecimiento más normal, después de tres años de crisis. Y, al mismo tiempo, las cifras de inflación han vuelto a niveles más normales.

En lo que va de 2024, el Reino Unido ha crecido más rápido que todas las economías avanzadas del G7, incluso más que Estados Unidos.

Si bien el panorama es diferente en períodos más largos o si se tiene en cuenta el crecimiento de la población, plantea preguntas razonables sobre la “sombría herencia económica” que el nuevo gobierno reclama de su predecesor.

La principal misión económica del gobierno es lograr el mayor crecimiento del G7 para el final de la legislatura, pero estas últimas cifras del PIB muestran que esto ya era así en el indicador principal de la economía cuando asumió el cargo.

Es importante destacar que, durante las elecciones, el Partido Laborista especificó que su “misión económica” era lograr el mayor crecimiento en años consecutivos para el final del Parlamento, centrándose en PIB ajustado a la población.

Cuando se publicaron las fuertes cifras de crecimiento el jueves, el viceministro de Hacienda, Darren Jones, dijo: “El crecimiento es nuestra primera y más importante misión aquí en el Tesoro, pero tenemos mucho, mucho más trabajo que hacer para recuperarnos del desastre en el que nos habían dejado”.

Hizo una afirmación más específica sobre lo que los conservadores dejaron al Partido Laborista, calificando la carga fiscal históricamente alta y la deuda nacional como “la peor herencia fiscal desde la Segunda Guerra Mundial”.

Sin embargo, las últimas cifras plantean un peligro considerable para la estrategia presupuestaria del gobierno en los próximos meses.

En julio, la Ministra de Hacienda, Rachel Reeves, describió lo que llamó un “agujero negro fiscal” que debería llenarse con recortes o ahorros en el Presupuesto de fines de octubre, para poder cumplir con los límites de endeudamiento autoimpuestos.

Las previsiones apuntan a que para entonces el crecimiento de la economía se habrá ralentizado, pero es éste el momento en el que el Gobierno podría subir aún más los impuestos.

El Tesoro también busca mayores ahorros en el gasto, tal vez en infraestructura y en algunas áreas de gasto en investigación, que son algunas de las áreas que normalmente se asocian con el crecimiento económico a largo plazo.

El Tesoro ha argumentado que la mayor parte del trabajo en materia de inversión deberá ser realizada por el sector privado, que a su vez se verá reconfortado por la estabilidad política y económica, incluida una disciplina férrea en las finanzas públicas.

La narrativa privada constante de algunos líderes empresariales y ex residentes de Downing Street es que “la estabilidad no es suficiente”.

Para el otoño, si la estabilidad por sí sola da resultados, el gobierno espera mostrar algunas medidas de alto perfil realizadas por grandes inversores en energía, infraestructura y manufactura.

En el Presupuesto, el canciller anunciará las cifras del primer año de su revisión del gasto para 2025-26 antes de presentar el resto de los detalles el próximo año.

El riesgo para Reeves es el siguiente: habiendo heredado una economía que crece a un ritmo normal, y que ahora ya va camino de desacelerarse, ¿puede realmente en ese momento justificar alzas de impuestos o restricciones al gasto de capital este otoño?

Si bien la economía británica enfrenta claros desafíos a mediano plazo, como la baja inversión y la baja productividad, el Partido Laborista heredó claramente una recuperación en curso de la recesión del año pasado, lo que aumenta las expectativas para el presupuesto de otoño.

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