Ahora que el contenido generado por máquinas abarrota los puntos de contacto en línea más visibles, los especialistas en marketing deben cambiar la forma en que llegan a las audiencias objetivo.
Hay un dicho famoso: “En Internet nadie sabe que eres un perro”. La cita—tomado de un neoyorquino caricatura publicada en, si puedes creerlo, 1993—hizo un comentario sencillo sobre el anonimato que proporciona Internet: protegido por un monitor, podrías estar alguien.