No exactamente. La mayoría de los recortes de precios anunciados se refieren a bienes como automóviles, muebles, electrodomésticos, artículos deportivos y productos lácteos, todos los cuales ya se han abaratado el año pasado, según datos federales de inflación.
La parte de la economía donde los precios siguen aumentando demasiado rápido es en los servicios, como la vivienda, la atención médica y los seguros. Ha sido mucho más difícil derribarlos, en parte porque dependen en gran medida de los trabajadores, que recientemente han obtenido aumentos salariales. En general, los precios son un 3,4 por ciento más altos que hace un año, aunque algunos servicios todavía están registrando un crecimiento de dos dígitos.
“No afectará a la inflación porque ahora la inflación está en la vivienda, los servicios médicos y el gas”, dijo Sucharita Kodali, analista minorista de Forrester. “Pero afectará las percepciones de precios cuando los consumidores compren en el comercio minorista masivo y esa percepción es lo más importante”.
