Su negocio no prosperará hasta que adopte esta mentalidad

Las opiniones expresadas por los contribuyentes de Entrepreneur son propias.

A menudo parece que el único camino hacia el éxito pasa por la competencia despiadada. Con frecuencia se advierte a los empresarios sobre la llamada “cultura del lobo”, donde el foco principal está en competencia feroz y el interés propio. Esta mentalidad fomenta un entorno en el que el éxito se considera incompatible con compasión y donde muchos creen que para ganar, otros deben perder. ¿Pero es ésta la única manera de tener éxito en los negocios?

En La Fundación Montaña Interiorcreemos que hay un camino diferente que se inspira en la fuerza silenciosa y la adaptabilidad del agua. A diferencia de la prevaleciente “cultura del lobo”, que abraza un juego de suma cero, nuestro enfoque aboga por una cultura de servicio a los demás, donde el éxito no se mide por el derrota de los competidores sino por el florecimiento colectivo de todos los involucrados.

Relacionado: Mantengo este reloj en mi oficina congelado en el momento en que mi vida se reinicia

El 'Camino del Lobo' versus el 'Camino del Agua'

Para ilustrar estos dos enfoques contrastantes, suelo utilizar las metáforas de los lobos y el agua. El camino del lobo Se trata de esforzarse por ser el único vencedor, donde el éxito se logra a expensas de los demás. Esta mentalidad despiadada, encapsulada en la noción de “tu pérdida es mi ganancia”, crea un entorno en el que las empresas compiten ferozmente, lo que a menudo conduce a victorias a corto plazo, pero inestabilidad a largo plazo.

Sin embargo, esta competencia implacable tiene un costo. Cuando las empresas se centran en superarse entre sí, crean un entorno insostenible donde el éxito es fugaz y se basa en el sufrimiento de los demás. Siempre hay un lobo más grande, listo para acabar con el que le precede, perpetuando un ciclo de conflicto e inestabilidad.

En contraste, el camino del agua ofrece un más sostenible y un enfoque satisfactorio. El agua, con su capacidad para adaptarse, nutrir y sustentar la vida, encarna cualidades que pueden transformar el panorama empresarial. Al adoptar el camino del agua, nos enfocamos en construir entornos que fomenten el crecimiento colectivo y donde cada participante pueda prosperar sin socavar a los demás.

Un ejemplo del mundo real

Consideremos un ejemplo sencillo: se abre una gasolinera en una esquina de una calle muy transitada, lo que atrae clientes y prospera. Un empresario con aspecto de lobo podría ver este éxito y abrir una gasolinera competidora al otro lado de la calle, con la esperanza de captar el mercado. Pronto, otras gasolineras hacen lo mismo, lo que genera una competencia feroz. Con el tiempo, sólo quedará la gasolinera más grande, pero la calle perderá su vitalidad a medida que las empresas se centren únicamente en competir entre sí.

Ahora, imagínese si, en lugar de otra gasolinera, un empresario diferente abriera una cafetería al lado de la gasolinera original. Esta incorporación atrae aún más gente a la zona, que ahora se detiene para echar gasolina y tomar café. Inspirados por este éxito, otros abren una tienda de comestibles, una boutique y quizás incluso un pequeño parque infantil. La calle se transforma en un ecosistema próspero donde cada empresa apoya a las demás, creando una comunidad vibrante que beneficia a todos los involucrados.

Relacionado: Por qué aceptar el fracaso es bueno para los negocios

El 'Camino del Agua' en la práctica

Los principios del camino del agua no son sólo teóricos: se pueden aplicar a todos los aspectos de su negocio. Por ejemplo, en Grupo DHGATEhemos defendido estos valores desde nuestra fundación hace 20 años, empoderando a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) y a los emprendedores para que participen en el comercio global. Al crear valor para todas las partes interesadas en lugar de simplemente maximizar nuestras ganancias, hemos construido un modelo de negocio sostenible que beneficia a nuestros socios y clientes.

Estos valores también se encuentran en el corazón de The Inner Mountain Foundation, una organización internacional de empoderamiento de las mujeres que fundé el año pasado. Nuestra comunidad se basa en el cariño, el apoyo y principios de crecimiento colectivo – muy parecido al ecosistema en el ejemplo de la gasolinera. Nos enfocamos en brindarles a nuestros miembros los recursos para crecer, retribuir y crear un entorno sostenible y mutuamente beneficioso.

Construir para bien, no para escalar

En esencia, el camino del agua consiste en construir para el bien, no sólo para escalar. Se trata de crear una cultura empresarial que priorice el bienestar, colaboración y la sostenibilidad a largo plazo por encima de las ganancias a corto plazo. Cuando nutrimos a otros, recibimos alimento a cambio, creando un ciclo de crecimiento y florecimiento que beneficia a todos los involucrados.

Como fundadores y líderes, debemos aceptar practicas comerciales sustentables. El camino del agua ofrece una solución ética y duradera a los desafíos que enfrentamos en el mundo empresarial. Al adoptar este enfoque, podemos contribuir a una sociedad global más sostenible donde el éxito no se define por la caída de otros sino por el florecimiento colectivo de todos.

El camino del agua no es sólo una metáfora: es un principio rector que puede transformar la forma en que hacemos negocios, generando resultados más sostenibles y satisfactorios para todos.

Fuente