Suecia ha logrado reducir el 80% de sus emisiones desde 1990 y al mismo tiempo duplicar su economía, lo que demuestra que el crecimiento económico y la protección del clima pueden ir de la mano.
Anne-Sophie Brändlin informa para DW.
En breve:
- El éxito de Suecia se debe a inversiones tempranas en energía renovable, aprovechando sus recursos naturales como los bosques y la energía hidroeléctrica.
- El país abandonó los combustibles fósiles para calefacción y electricidad y ahora los biocombustibles alimentan el 97% de la calefacción.
- Las políticas gubernamentales firmes, incluido un alto impuesto al carbono, incentivaron a las empresas y a los ciudadanos a adoptar prácticas más ecológicas.
Cita clave:
“La lección más importante es que se necesita una estrecha cooperación entre el gobierno, el sector privado y el gobierno local para realmente desarrollar juntos estas soluciones de sistemas y asumir riesgos, y hacer estas grandes inversiones a largo plazo”.
— Asa Persson, asesor del gobierno sueco en política climática.
Por qué esto es importante:
Al invertir en tecnología verde, aplicar estrictas regulaciones ambientales e impulsar una economía circular donde los desechos se convierten en un recurso, Suecia está mostrando al mundo que no es necesario elegir entre un planeta saludable y una economía próspera. Leer más: Las medidas para revitalizar la economía deben liberarnos de los combustibles fósiles contaminantes.