Tres prácticas que toda empresa puede aprender de los restaurantes

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En mis primeros años, pasé una década en el negocio de los restaurantes: fui dueño de varios lugares y enfrenté todos los desafíos que puedas imaginar. Si algo he aprendido de mi tiempo en la industria de la restauración es cómo mantenerme alerta, girar rápidamente y gestionar el caos con calma.

Años más tarde, como director ejecutivo de tecnología, todavía confío en las lecciones que aprendí en esas cocinas y comedores. La industria de la restauración se basa en principios que se trasladan perfectamente a cualquier sector, y las empresas más inteligentes son las que siguen una página de su manual. Tres practicas son cruciales para el éxito, sin importar su negocio. Déjame desglosarlos por ti.

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1. Tenga un plan de contingencia

Esté siempre preparado. Sabes que las cosas pueden ir mal muy rápido si alguna vez has trabajado en un restaurante. En un minuto, las operaciones funcionan perfectamente y, al momento siguiente, la freidora se estropea a mitad de la cena o, peor aún, el sistema de punto de venta (POS) falla.

Los directores de restaurantes exitosos han dominado el arte de gestionar el pánico. Giran rápidamente. Se garabatean los pedidos escritos a mano, se implementan métodos de cocción alternativos y la operación continúa sin perder el ritmo. Este enfoque de adaptabilidad es algo que toda empresa debe adoptar.

En el mundo de la tecnología, nos encanta planificar y crear estrategias, pero las cosas siguen saliendo mal. Los servidores fallan, los productos fallan y los equipos se desaniman. Lo bien que su empresa maneje estos obstáculos definirá su éxito. He aportado la capacidad de la industria restaurantera para adaptarse sin perder ingresos o la confianza del cliente en mi estilo de liderazgo. Ya sea que se trate de un sistema de respaldo o de capacitación cruzada del personal, un plan de contingencia garantiza que siempre estará preparado para lo inesperado.

2. Estudia a tus competidores

En el negocio de la restauración, todo establecimiento próspero mantiene una estrecha vigilancia sobre sus competidores. Como dicen, “el éxito deja pistas”. Si el nuevo lugar al otro lado de la calle está lleno todas las noches, será mejor que creas que los propietarios del local se dirigen allí y toman notas. ¿Cuál es su estrategia de precios? ¿Cómo comercializan? ¿Los elementos de su menú son de temporada o están de moda? Los restaurantes estudian esta información no para copiar sino para adaptarla e innovar.

Prestar atención a las razones detrás del éxito de sus competidores es crucial, pero simplemente replicar sus estrategias no conducirá a un progreso significativo. El valor real se encuentra en reconocer oportunidades de mejora. Quizás estén atrayendo a una gran multitud, pero ¿su servicio es lento? ¿Sus ofertas son limitadas? Detecte oportunidades donde pueda eclipsarlas. Ya sea que eso signifique mejorar la experiencia de sus clientes, reinventar su producto o diferenciarse con lo que representa, tome lo que funciona y construya sobre ello.

Aunque estudiar la competencia tiene importancia estadística, prestarles demasiada atención puede limitar su propio potencial. Corre el riesgo de pasar de proactivo a reactivo. Usar análisis de la competencia como trampolín para la innovación. Al estudiar sus fortalezas y debilidades, puede impulsar su negocio en una dirección que ellos no han considerado.

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3. Trabajar las habilidades blandas

Habilidades blandas son tan importantes como las habilidades técnicas en la industria de la restauración. Puede parecer algo que pertenece a un módulo de formación de recursos humanos, pero en los negocios son esenciales para la supervivencia y el crecimiento. Por ejemplo, es imperativo que el cocinero notifique al personal del comedor y a los invitados de inmediato cuando se acaba un plato popular para gestionar las expectativas. La comunicación en tiempo real entre el personal, los clientes y los gerentes ayuda a reducir errores evitables, minimizar la frustración y preservar altos estándares de servicio.

En un entorno corporativo más general, las relaciones deben mantenerse mediante habilidades sociales, incluida la retroalimentación, la empatía y la comunicación. Las dificultades menores podrían convertirse en problemas mayores si tiene dificultades con una comunicación eficaz entre el equipo y el cliente. Mantener la confianza, la lealtad y la eficiencia depende de manejar las circunstancias a medida que abundan, ya sea que signifique informar a un cliente sobre un retraso o brindarle a un miembro del equipo una crítica constructiva. Los líderes que dominan las habilidades sociales tienden a tener equipos más felices, menores tasas de deserción y clientes más satisfechos.

Así como los restaurantes dependen de la comunicación directa para gestionar la experiencia del cliente, las empresas deben aplicar el mismo enfoque a sus clientes anteriores. Hacer un seguimiento de un cliente anterior no significa enviar un correo electrónico genérico. Podría ser una nota de agradecimiento personal o una oferta personalizada basada en compras anteriores. Los clientes que se sienten valorados tienen más probabilidades de regresar, dar comentarios positivos y recomendar su empresa a otros. Las habilidades sociales construyen estas relaciones a largo plazo, convirtiendo a los compradores únicos en clientes habituales y defensores de la marca.

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La mentalidad del restaurante

Ya sea que administre una firma de abogados, opere un negocio minorista o dirija una empresa de tecnología, estos principios son mis principios no negociables. Los clientes esperan que usted se anticipe a sus necesidades; Esperan un servicio excepcional, por lo que sus operaciones deben realizarse sin problemas y debe poder adaptarse rápidamente a las cambiantes demandas del mercado.

Si no adopta estos principios, rápidamente se quedará atrás. Los clientes pasarán a buscar competidores que puedan ofrecerles el valor de su dinero. Sus ineficiencias operativas afectarán sus márgenes y su incapacidad para adaptarse lo dejará irrelevante.

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