No es fácil atender a los consumidores pobres en economías con escasez de crédito. Estos prestatarios pueden ser vulnerables a crisis, como desastres naturales o enfermedades, y es posible que no puedan proporcionar documentación, como registros salariales, extractos bancarios o historiales crediticios. Debido a que es costoso y complicado otorgar crédito en estos mercados, no se está haciendo. Una posible solución es el modelado predictivo de flujo de efectivo (PCM), o el uso de modelos estadísticos para pronosticar ingresos y gastos para segmentos de población definidos. Este conocimiento puede indicar a los prestamistas qué tamaño de préstamo se adapta a cada segmento y también puede informar las decisiones sobre el momento y el riesgo. El concepto básico de PCM no es nuevo: las instituciones financieras han utilizado un proceso similar en carteras de bienes raíces comerciales y las instituciones de microfinanzas han experimentado con una idea similar. Si bien la construcción de estos modelos de flujo de efectivo probablemente será compleja y costosa, el capital filantrópico podría intervenir para ayudar con la recopilación de datos y brindar apoyo técnico.
