X de Elon Musk perdió el viernes una oferta legal para evitar una multa de 417.000 dólares impuesta por el organismo de control en línea de Australia, que acusó a la plataforma de no eliminar publicaciones dañinas.
La Comisión de Seguridad Electrónica de Australia se acercó a lo que entonces era Twitter en febrero de 2023 y exigió a la empresa que explicara cómo estaba abordando la difusión de contenido de abuso sexual infantil.
Al mes siguiente, Twitter se fusionó con la recién formada X Corp de Musk, que finalmente fue multada por respuestas “incompletas” a las repetidas solicitudes de la comisión.
X Corp argumentó ante el Tribunal Federal de Australia que no necesitaba responder porque la comisión había atacado primero a Twitter, una empresa que ya no existía.
“X Corp ha fracasado en todos sus reclamos”, concluyó el juez Michael Wheelahan en una decisión dictada el viernes.
La comisionada de eSafety, Julie Inman Grant, ex empleada de Twitter, acogió con agrado la decisión del tribunal.
“Si el tribunal hubiera aceptado el argumento de X Corp, podría haber sentado el precedente preocupante de que la fusión de una empresa extranjera con otra empresa extranjera podría permitirle evitar obligaciones regulatorias en Australia”.
Inman Grant ha dicho anteriormente que los esfuerzos de X para eliminar de la plataforma contenido gráfico sexual y violento equivalían a “charlas vacías”.
La comisión ahora debe librar una batalla legal separada en un intento por hacer cumplir la multa, una de las muchas escaramuzas que enfrentan al gobierno australiano contra el magnate tecnológico Musk.
Musk comparó al gobierno australiano con “fascistas” a principios de este año, atacando propuestas de ley que multarían a los gigantes de las redes sociales por no detener la difusión de información errónea.
En junio, X se defendió de una demanda legal separada presentada por la Comisión eSafety de Australia.
El organismo de control había solicitado una orden de eliminación global que obligara a X a eliminar vídeos “extremadamente violentos” que mostraban el apuñalamiento de un predicador de Sydney.
Pero abandonó el caso después de una audiencia preliminar, una medida celebrada por Musk como un triunfo de la libertad de expresión.
Musk, un autodenominado “absolutista de la libertad de expresión”, se ha enfrentado con políticos y grupos de derechos digitales en todo el mundo, incluida la Unión Europea, que podría decidir en unos meses tomar medidas contra X con posibles multas.
En Brasil, donde X ha sido efectivamente suspendido después de ignorar una serie de directivas judiciales, Musk respondió criticando al juez como un “dictador malvado disfrazado de juez”.
