Apoyo a la adherencia a cambios de estilo de vida saludables durante la atención del cáncer de endometrio

Crédito de la foto: Boonyachoat

Los pacientes con cáncer de endometrio informaron no haber recibido información sobre mejoras en el estilo de vida y cambios de comportamiento durante su atención de seguimiento.


Autores de una estudio cualitativo publicado en el Revista de obstetricia y ginecología psicosomática Se identificaron técnicas de cambio de comportamiento y objetivos de intervención que podrían mejorar la adherencia a las recomendaciones de estilo de vida saludable entre pacientes con cáncer de endometrio.

Candidato a doctorado Anne M. de Korte, Máster en Cienciasy sus colegas explicaron que un diagnóstico de cáncer Puede considerarse un “momento de aprendizaje” en el que los pacientes obtienen motivación para cambiar sus hábitos de salud.

“Sin embargo, los profesionales sanitarios perciben diversas barreras para el apoyo en materia de estilo de vida, por ejemplo, la falta de conocimiento de las técnicas de cambio de conducta y las estrategias de asesoramiento en materia de estilo de vida. Por lo tanto, se necesita una intervención basada en la evidencia que se centre en las barreras para los profesionales sanitarios a fin de mejorar las consultas de seguimiento de los pacientes que aprovechen el momento de aprendizaje y apoyen la mejora del estilo de vida de los pacientes”, escribieron los autores.

Identificación de barreras y facilitadores para un estilo de vida saludable

Para el estudio, de Korte y sus colegas realizaron entrevistas semiestructuradas con 18 pacientes en los Países Bajos que tenían cáncer en etapa 1 o 2. cáncer de endometrioLos pacientes tenían al menos 18 años de edad, habían terminado su tratamiento primario y no habían presentado recurrencia.

Las entrevistas exploraron cuatro temas principales: estilo de vida actual, cambios en el estilo de vida, la necesidad de hablar sobre el estilo de vida durante el tratamiento o el seguimiento, y preferencias de ayuda e intervenciones en el estilo de vida.

Capacidad

Los pacientes tuvieron éxito al adoptar pequeños pasos para formar gradualmente nuevos hábitos en lugar de perseguir objetivos específicos o soluciones rápidas. Las experiencias pasadas también influyeron en la motivación actual de los pacientes, incluidos los fracasos anteriores a la hora de cambiar conductas.

Los pacientes informaron con frecuencia de que no sabían qué cambios de estilo de vida y de conducta eran apropiados en relación con su diagnóstico de cáncer. Además, los entrevistados percibían que sus médicos dudaban en compartir información o consejos que pudieran dañar la relación médico-paciente.

Las molestias y limitaciones físicas eran comunes y tendían a reducir la confianza de los pacientes y aumentar el estrés. Los pacientes tenían más probabilidades de percibirse como físicamente activos si pensaban en términos de posibilidades en lugar de barreras.

Oportunidad

El apoyo social fue un motivador positivo para los cambios de comportamiento, según los hallazgos.

“Compartir sus intenciones y objetivos les brindó apoyo y les permitió hacer un mayor seguimiento de sus objetivos, ya que se sintieron más obligados a hacerlo. Además, la información sobre hábitos saludables o regulación exitosa de la conducta se compartió comúnmente entre amigos y familiares”, escribieron de Korte y sus colegas.

Los pacientes estaban menos motivados a cambiar hábitos nocivos cuando las personas más cercanas a ellos tenían hábitos similares o peores. Además, los pacientes se sentían irrespetados cuando no se les ofrecía la misma atención que a los demás debido a su peso.

Los investigadores también identificaron el entorno físico como un factor importante. Entre las influencias positivas se encuentran el cambio del entorno para promover nuevas señales de comportamiento o limitar la exposición a señales no deseadas y la presencia de instalaciones deportivas o sanitarias cercanas.

Los pacientes también informaron que tener una buena relación con los médicos podría motivarlos a centrarse más en los cambios en el estilo de vida.

“El factor más importante mencionado fue una comunicación buena y abierta. Sin embargo, cuando una relación se vio comprometida, los pacientes tendieron a mostrarse más cerrados y menos propensos a extraer información importante”, dijeron los investigadores.

Varios pacientes informaron que no habían tenido conversaciones con sus médicos sobre el estilo de vida durante el tratamiento o el seguimiento. La mayoría de los pacientes tampoco recibieron derivaciones a cuidados paliativos.

Cabe destacar que “algunos pacientes dijeron que recibir más información poco después de su diagnóstico o tratamiento primario probablemente sería abrumador y que era probable que olvidaran esta información o que no estuvieran dispuestos a hablar más sobre el tema. Esto subraya la importancia de utilizar el momento adecuado y las técnicas de asesoramiento adecuadas”, explicaron de Korte y sus colegas.

Los pacientes no mencionaron la falta de acceso a dietistas o fisioterapeutas; sin embargo, los pacientes que vieron a un dietista dijeron que esperaban más información sobre cómo perder peso y mejorar la salud. Los pacientes a menudo se centran en soluciones a corto plazo en lugar de cambios a largo plazo.

Motivación

Los investigadores explicaron que la identidad contribuía a la motivación. Por ejemplo, los pacientes que habían experimentado múltiples reveses empezaron a creer que no eran capaces de cambiar.

No todos los pacientes estaban convencidos de que perder peso podía ser beneficioso cuando estaban enfermos. Varios pacientes también pensaban que estaban completamente libres de cáncer después de terminar su tratamiento primario, por lo que no consideraban necesario realizar cambios en el estilo de vida.

“Los pacientes que crearon nuevos hábitos mencionaron regularmente objetivos y rutinas específicos, por ejemplo, 'en este momento haré esta actividad' (intención de implementación). Por el contrario, los pacientes que tenían planes más abstractos, por ejemplo, comer más sano, rara vez lograron su objetivo”, escribieron de Korte y sus colegas.

Cuando los objetivos no evolucionaban con el tiempo o no producían el efecto positivo que esperaban, los pacientes tendían a perder la motivación. Sin embargo, alcanzar un objetivo aumentaba temporalmente la confianza. Los pacientes también informaron que se sentían motivados y realizados durante un período prolongado si un cambio de estilo de vida producía efectos positivos, como tener más energía.

“Los pacientes que recordaban constantemente por qué un comportamiento específico era importante en lugar de centrarse únicamente en los resultados a menudo tenían más éxito en la implementación de nuevos hábitos”, escribieron los autores.

Apoyo a los pacientes durante el seguimiento

Los investigadores informaron que estas barreras y facilitadores parecían depender unos de otros y todos influían en la adherencia de los pacientes a los cambios de estilo de vida y comportamiento.

Con respecto al diseño de intervenciones para pacientes con cáncer de endometrio, de Korte y colegas recomendaron las siguientes técnicas:

  • Educación. Informar a los pacientes sobre las consecuencias para la salud y ofrecerles retroalimentación sobre los resultados de su comportamiento. Por ejemplo, los médicos podrían explicar cómo la actividad física puede reducir la fatiga relacionada con el cáncer.
  • Persuasión. Al ser una fuente creíble, los médicos están en la posición ideal para persuadir y motivar a los pacientes si tienen una relación positiva y una buena comunicación.
  • CapacitaciónLas tareas graduadas y los cambios incrementales repetitivos podrían mejorar la motivación de los pacientes. Los autores también enfatizaron que algunos pacientes podrían requerir cuidados de apoyo extensos o derivaciones a otras especialidades.
  • Reestructuración ambiental. El asesoramiento sobre el estilo de vida durante el seguimiento puede resultar útil. También se debe alentar a los pacientes a modificar su entorno social o físico para que les resulte más fácil cumplir con los cambios de conducta; esto puede incluir trasladar una bicicleta estática a una habitación que frecuenten o comprar menos tentempiés poco saludables para que no tengan fácil acceso a ellos en casa.
  • Habilitación. Establezca metas y haga planes claros en lugar de discutir promesas vagas.

Los autores escribieron que sus hallazgos se incorporarán a una nueva intervención en el estilo de vida, que luego debería probarse en un ensayo controlado aleatorio.

“La mayoría de los pacientes con cáncer de endometrio tienen un buen pronóstico; sin embargo, la mayoría de los pacientes tienen sobrepeso u obesidad, lo que aumenta el riesgo relacionado con el estilo de vida de otras comorbilidades. Por lo tanto, es necesario centrarse en la mejora del estilo de vida”, concluyeron de Korte y sus colegas. “Este estudio identificó barreras y facilitadores para mejorar y mantener un estilo de vida saludable… que se pueden traducir en métodos y estrategias conductuales para el asesoramiento sobre el estilo de vida”.

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