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El álbum country de Beyoncé, “Cowboy Carter”, marcó un hito en la historia de la música. Se convirtió en la primera mujer negra con una canción número uno en la lista Hot Country Songs de Billboard gracias al sencillo “Texas Hold 'Em”. En el momento de su lanzamiento en marzo, era el álbum más reproducido en un solo día en Spotify en 2024. Ningún otro álbum country de este año ha superado esta cifra.
Pero Beyoncé no se llevará a casa ningún premio de la Asociación de Música Country este año. Ni siquiera fue nominada.
El lunes se anunciaron los nominados a los premios anuales de la Country Music Association Awards (CMA), y el nombre de Beyoncé estuvo notablemente ausente. La decisión desató nuevas conversaciones sobre la discriminación racial y los dobles estándares en la industria de la música country.
El camino de Beyoncé hacia “Cowboy Carter” comenzó cuando interpretó su canción “Daddy Lessons” junto a The Chicks (que también han causado una gran controversia dentro del género) en los CMA de 2016. La reacción negativa desató un debate sobre qué debería y qué no debería considerarse música country.
“Las críticas que enfrenté cuando ingresé a este género me obligaron a superar las limitaciones que me impusieron”, publicó Beyoncé en Instagram antes del lanzamiento del álbum, aparentemente haciendo referencia a la actuación.
La experiencia de Beyoncé ayudó a arrojar más luz sobre un problema que se remonta a décadas atrás y que tiene sus raíces en el comienzo de la música country comercial en la década de 1920. Aunque la música country surgió de los sonidos de músicos negros y rurales, los artistas negros han sido sistemáticamente excluidos del reconocimiento comercial.
Un análisis de datos realizado por la profesora de la Universidad de Ottawa Jada Watson concluyó que, en 2022, las artistas mujeres recibieron solo el 11 por ciento de toda la difusión en las 156 estaciones de radio del país que informan sus datos. En 2020, Watson descubrió que los artistas de color recibieron el 4,8 por ciento de la difusión anual.
El año pasado, Tracy Chapman se convirtió en la primera compositora negra en ganar la Canción del Año de los CMA después de que la grabación de Luke Combs de su canción “Fast Car” se volviera viral.
La lista de nominados a los premios CMA de este año incluye a otros artistas que rompen con el género. Post Malone y Jelly Roll son hombres blancos que comenzaron en el hip hop y recibieron múltiples nominaciones.
