La página de Instagram del proyecto comenzó inicialmente como un archivo de imágenes que la pareja había encontrado y reunido de personas queer y sus perros. Esto pronto comenzó a generar seguidores, a partir de los cuales Nessie y Mair comenzaron a documentar a amigos y amigos de amigos, y finalmente preguntaron a su nueva comunidad en línea si alguien que tuviera un amigo peludo estaría interesado en participar en el proyecto. Su llamado a contribuciones fue recibido con un entusiasmo que los llevó a una serie de presentaciones a un grupo de nuevos amigos queer y sus mascotas, cada uno con una historia y una conexión únicas: “De cada persona que conocemos nos llevamos algo”, dice Mair.
Con una gran habilidad para conseguir que cada perro mire directamente a la lente y algo de inspiración en los retratos familiares clásicos, la serie documenta a los participantes en la intimidad y comodidad de sus hogares, en sofás o en las puertas de sus casas, capturando una variedad de personalidades. En algunas tomas, es difícil ignorar el aparente parecido entre los perros y sus dueños… – “¡Esta teoría es más cierta para algunos que para otros!”, dice Nessie. De cualquier manera, la serie ha creado, en sí misma, una pequeña comunidad de personas queer que aman a sus perros y ha formado el espacio en línea para que “la redefinición queer exista y se comparta con orgullo”, que Nessie y Mair esperaban.
La pareja ha comenzado a viajar por el Reino Unido para fotografiar a los nuevos participantes de la serie, pero esperan que el proyecto de este fotodocumental los lleve gradualmente por todo el mundo. Nessie y Mair también esperan poder exhibir la serie (en un espacio apto para perros, por supuesto), reuniendo a todos los involucrados donde aún más “maricones amantes de los perros puedan mezclarse entre sí”, así que estén atentos.
