El mes pasado, Bugatti se despidió de su icónico Chiron con el último modelo L'Ultime, que marca el final de una era para el venerado motor W16. Este hipercoche, el Chiron número 500 desde su debut en 2016, deslumbró con 1.578 caballos de fuerza y un precio de más de 3 millones de dólares. Pero Bugatti nunca se duerme en los laureles. Presentamos el Bugatti Tourbillon 2026, una bestia híbrida que redefinirá la excelencia automotriz. Combinando un V16 atmosférico de 8,3 litros con tres motores eléctricos, el Tourbillon cobra vida con una asombrosa potencia de 1.775 caballos, acelerando de 0 a 60 en solo 2 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 277 mph.
El Tourbillon no es solo potencia bruta, es una clase magistral de innovación de lujo. El diseño curvilíneo hace un guiño a su predecesor, el Chiron, pero introduce una postura más baja, puertas diédricas y una cabina más espaciosa y ergonómica. En el interior, el homenaje a la relojería suiza es inconfundible, con un panel de instrumentos de titanio esqueletizado y medidores analógicos bajo un cristal de zafiro resistente a los arañazos. Esta experiencia táctil del usuario contrasta marcadamente con el dominio digital de los vehículos modernos, lo que convierte al Tourbillon en una maravilla atemporal. El Tourbillon, cuyo debut está previsto para 2026 con una tirada limitada de 250 unidades y un precio de alrededor de 4,6 millones de dólares, es un testimonio de la incansable búsqueda de la perfección por parte de Bugatti.