El presidente argentino Javier Milei clonó a su difunto perro…

La fascinación de Javier Milei por clonar a sus perros despierta una curiosidad generalizada. Screenshot profundiza en el misterio de cuántos caninos clonados posee realmente y explora por qué esta peculiar obsesión podría tener implicaciones más amplias.

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Javier Mileiel recién inaugurado presidente de Argentina y ex comentarista de televisión conocido por sus políticas audaces y a menudo controvertidas, ha dejado a todos en la oscuridad cuando se trata del misterio de Sus amados mastines ingleses.

Milei, cuyas campañas para recortar el gasto público, desmantelar el banco central y reemplazar el peso argentino por el dólar estadounidense, no se ha alejado mucho de la controversia durante su mandato como presidente de Argentina. Sin embargo, en medio de su esfuerzo por remodelar el país, ha surgido un debate curioso; esta vez, no sobre su plataforma política, que incluye eliminar la educación sexual en las escuelas, restringir el acceso al aborto y descartar la ciencia climática como un complot socialista. Sí, leyó bien, por cierto. En cambio, es la vida personal de este hombre de 53 años, en particular su relación con sus perros, lo que está provocando una conversación más amplia sobre su salud mental y el verdadero estado de su presidencia.

De acuerdo a El New York TimesLa devoción de Milei por sus “hijos de cuatro patas” es bien conocida. Estos perros, que viven con él en la Quinta de Olivos, la residencia presidencial cerca de Buenos Aires, son más que simples mascotas: son fundamentales para su narrativa personal. Sin embargo, hay un misterio desconcertante en torno al número exacto de estos perros.

Para quienes no lo sepan, Milei adoptó un mastín inglés llamado Conan en 2004, quien se convirtió en su compañero más cercano y confidente. Después de la muerte de Conan en 2017, Milei pagó 50.000 dólares para Perpetuaruna empresa estadounidense especializada en clonación, para recrear a su querida mascota. Nota al margen: si te interesan los flashbacks de la WorldWideWeb, haz clic en el sitio web de la empresa. Se dice que los clones resultantes, llamados Murray, Milton, Robert y Lucas en honor a destacados economistas, fueron los asesores estratégicos de Milei.

“Mis hijos de cuatro patas”, como suele referirse a ellos Milei, afirmando que estos perros son “los mejores estrategas”. Pero la confusión surgió cuando las imágenes públicas y los documentos oficiales, incluido el cetro presidencial, solo mostraban cuatro perros, mientras que Milei insiste en que son cinco. Esta discrepancia ha dado lugar a un torbellino de especulaciones.

Durante una entrevista con el periodista Esteban Trebucq En el canal de noticias argentino A24, las cosas tomaron un giro extraño. De repente, los productores proyectaron una foto del Conan original en una pantalla gigante. La atención de Milei quedó inmediatamente atrapada. Perdido en la imagen, se concentró y comenzó a murmurar, casi en trance: “Ahí está Conan, ese es Conan, Conan…”

Cuando Trebucq preguntó: “¿Qué edad tiene?”, la respuesta de Milei desafió toda lógica: “Vaya, Conan es tan viejo que he perdido la cuenta”.

En realidad, Conan no era “tan viejo” en el momento de la entrevista. Un cálculo simple revela que Conan había sido fallecido desde 2017-entonces seis años Antes de este encuentro, Milei, que luchaba por aceptar la muerte de su amado perro, optó, según su terapeuta, por una medida drástica: clonar a Conan.

Según informó el periodista Juan Luis González en su biografía sobre Milei, tras la muerte de Conan, el argentino visitó a un médium para comunicarse con su difunta mascota en el más allá. Milei dijo que Conan le transmitió la misión de Dios para que se convirtiera en presidente de Argentina.

En sus mítines políticos, Milei sostenía en alto fotografías de sus perros, que distribuía entre la multitud antes de tomar una motosierra: su metáfora poco sutil de los recortes de gasto que prometía implementar.

De acuerdo a ReutersMilei pagó a PerPETuate 50.000 dólares (40.000 libras esterlinas) para que realizara la clonación. Aunque suele ser reacio a hablar de sus “nietos”, ha dicho: “¿Qué dicen? Mis perros determinan mis estrategias, ¿no? ¿Que son como un comité estratégico? Son el mejor comité estratégico del mundo”.

Otros medios de comunicación argentinos han informado que Milei busca el consejo de sus perros sobre cuestiones de su campaña, política y más. En una entrevista de agosto con el periódico español 20 minutos, González dijo que Milei “está convencido de que los perros lo asesoran en distintas áreas: uno en política, otro en economía, otro le da consejos generales”. El periodista agregó que le preocupa un líder tan “inestable” en una Argentina ya “inestable”: “Este hombre que comandaría el destino del país se despierta cada día, hace sesiones de médium con los perros y después hace un decreto en base a eso. Es muy chocante”.

Rivales políticos, incluido el expresidente Alberto Fernández, Aprovechó la polémica para cuestionar la salud mental de Milei, sugiriendo que podría estar sufriendo un trastorno psicológico. Fernández se dirigió a él en las redes sociales y afirmó: “Debes saber que mi perro no me aconseja (y está vivo) y que mis acciones se basan en la reflexión, no en alteraciones psicológicas”.

Hasta ahora, Milei, el misterio de los perros clonados parece servir como metáfora de las incertidumbres más amplias que rodean la presidencia de Milei. La relación de Javier Milei con sus perros, especialmente la clonación de su amado Conan, no es sólo una nota al pie excéntrica en su vida pública; es una ventana reveladora a su psique y filosofía política. El acto de clonar a su perro no tiene como único objetivo preservar a un querido compañero: es una manifestación del profundo miedo a la pérdida de Milei, su obsesión por el control y su incansable búsqueda de una realidad idealizada e inmutable.

Entonces, ¿cuántos perros crees que tiene Milei?



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