En su poema 'Londres', William Blake elaboró ​​una visión sombría de la ciudad que amaba.

Deambulo por cada calle señalizada,
Cerca de donde fluye el Támesis.
Y marca en cada rostro que encuentro
Señales de debilidad, señales de aflicción.

En sus obras de arte del primer período romántico, William Blake (1757-1827) es conocido por evocar imágenes dramáticas, a menudo apocalípticas, inspiradas en su profunda fe cristiana. Sin embargo, como explica en este cortometraje el videoensayista estadounidense Evan Puschak (también conocido como Nerdwriter), su poema “Londres” (1794) manifiesta una visión mucho más terrenal de la oscuridad y el sufrimiento, nacida de su vida cotidiana en la metrópoli. Situando el poema en el contexto del Londres del siglo XVIII -una época en la que la rápida industrialización estaba transformando la ciudad, la Iglesia de Inglaterra tenía un inmenso poder y la sangrienta Revolución Francesa se estaba desarrollando al otro lado del Canal de la Mancha- Puschak analiza cómo la perspectiva distintiva y crítica de Blake sobre su ciudad natal dejaba muy poco espacio para el optimismo.

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