Estoy cansada de esforzarme tanto por ser una buena persona y que me lo tiren en cara. Estoy cansada de que la gente me trate de las formas más hirientes y desgarradoras. Estoy cansada de intentar hacer lo correcto, de seguir las reglas, de tratar a la gente con amabilidad y que luego me traten como si no fuera nada. Estoy cansada de sentir que a nadie le importa, que nadie me quiere cerca, que nadie entiende el peso que me aplasta. Estoy cansada de fingir que todo está bien, para que mi vida pueda seguir como siempre, para no causar interrupciones en mi trabajo o mi familia. Estoy cansada de fingir sonrisas y sollozar a puertas cerradas porque no quiero molestar a nadie con mis problemas ni parecer inestable. Estoy cansada de poner el cien por cien de mi esfuerzo en todo lo que hago y no obtener ningún resultado mientras otras personas pasan de largo como si todo les resultara más fácil. Estoy cansada de sentirme estúpida cuando me acerco a alguien, cuando intento entablar una conexión con alguien, y esa persona no quiere saber nada de mí. Estoy cansada de ver a todos los demás publicar fotos con amigos mientras yo estoy sola, preguntándome por qué mi agenda está siempre tan vacía. Me esfuerzo al máximo para que los demás se sientan cómodos, para tratarlos con respeto, para dejar de lado mis juicios y darles a todos una oportunidad justa. Y siento que nadie me está dando esa misma oportunidad. Siento que nadie me quiere, me necesita, me ve. Estoy cansada de sentirme tan cerca de un colapso la mayor parte del tiempo. No quiero ser una persona negativa. No quiero bajar la energía en la habitación. No quiero quejarme cuando hay tantas cosas hermosas en mi mundo. Pero, al mismo tiempo, mis sentimientos son válidos. Mis experiencias importan. Puedo estar molesta y puedo expresar mis frustraciones. Estoy cansada de los pensamientos ansiosos que no me dejan en paz. Estoy cansada de esperar a que mi estado de ánimo cambie, a que la felicidad regrese de nuevo. Estoy cansada de hacer todo lo correcto (beber suficiente agua, hacer ejercicio y llevar un diario) y aun así no sentir alivio. Estoy cansada de lo difícil que es superar ciertos días dentro de este cerebro. Estoy cansada de esforzarme tanto, todos los días, y seguir sintiendo que mi mejor esfuerzo no es suficiente, pero no soy la única que se siente así. Hay otras personas que están pasando por el mismo dolor, así que sé que no estoy sola. Y espero que ellos también lo sepan. Espero que sepan que van a superar esto, que esta sensación de hundimiento es temporal aunque pueda haber estado persistiendo durante un tiempo. Espero que sepan que hay gente que se preocupa por ellos, aunque no se envíen mensajes de texto todos los días ni pasen el fin de semana juntos. Espero que sepan que su existencia importa, incluso si tienen sus dudas, incluso si sus inseguridades gritan más fuerte cada día. Espero que sepan que vale la pena aguantar. Espero que sepan que son más fuertes de lo que creen. Se necesitó fuerza para llegar hasta aquí. Y ahora no pueden parar.
