Fumar literalmente te vuelve más tonto a medida que envejeces, pero algunos hábitos de estilo de vida podrían ayudar
En una época en la que nos obsesionamos con los superalimentos, ejercicios mentalesy gadgets tecnológicos para potenciar tu capacidad intelectualResulta que uno de los factores más perjudiciales para nuestra salud cognitiva es algo que mucha gente todavía hace: fumar. Los resultados son, literalmente, abrumadores.

El estudio analizó minuciosamente los datos de nada menos que 32.000 adultos de 50 años o más de 14 países europeos. Se hizo un seguimiento de estos participantes durante una década, lo que proporcionó información sobre cómo varios Opciones de estilo de vida afectó a su deterioro cognitivoLos investigadores se centraron en cuatro comportamientos clave: de fumaractividad física, consumo de alcohol y contacto social.

85% peores puntuaciones para fumadores

Los participantes se dividieron en grupos de estilo de vida según si fumaban, realizaban actividad física moderada y vigorosa al menos una vez por semana, socializaban semanalmente y respetaban los límites recomendados de consumo de alcohol. Función cognitiva Se evaluó mediante pruebas de memoria y fluidez verbal, que ofrecieron una imagen clara de cómo funcionaban los cerebros a lo largo del tiempo.
Y lo más importante: el estudio descubrió que fumar estaba relacionado con un deterioro cognitivo significativamente más rápido. De hecho, los puntajes cognitivos de los fumadores cayeron hasta un 85 % más en 10 años en comparación con sus contrapartes no fumadores. Esta es una cifra asombrosa, que sugiere que fumar es similar a presionar el botón de avance rápido en envejecimiento cognitivo.

Adoptar otros hábitos saludables es critico

Pero la historia tiene un giro inesperado. Entre los fumadores, aquellos que mantuvieron un estilo de vida saludable en otros aspectos (ejercicio regular, consumo moderado de alcohol y socialización frecuente) experimentaron una tasa de deterioro cognitivo similar a la de los no fumadores. Parece que estos hábitos saludables pueden contrarrestar en cierta medida los efectos destructivos del tabaquismo sobre el cerebro.
“Las evidencias previas sugieren que las personas que tienen conductas más saludables tienen un deterioro cognitivo más lento; sin embargo, no estaba claro si todas las conductas contribuían por igual”, señala la autora principal Mikaela Bloomberg. “Nuestros hallazgos sugieren que entre las conductas saludables que examinamos, no fumar puede ser una de las más importantes en términos de mantenimiento de la función cognitiva”.

Si bien dejar de fumar nunca es fácil, los beneficios para el cerebro, tanto ahora como en el futuro, son claros. Y para quienes continúan fumando, adoptar otros hábitos saludables puede ayudarlos a mantenerse un paso adelante en el juego cognitivo.

Los resultados de esta investigación se han publicado en Comunicaciones de la naturaleza y se puede acceder aquí.

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