Si no se expresan y no se resuelven, las frustraciones como las que estás experimentando generalmente se convierten en resentimiento, que no es un lugar para hacer un gran trabajo creativo. La única forma de detener ese inevitable declive es sacar a la luz tus frustraciones. Debes hablar de ellas con las personas directamente involucradas, de una manera abierta, positiva y, lo más importante, honesta. Tu objetivo es crear un entorno para un debate sincero.
Así que, ¡sé curioso! Haz que tu misión sea entender abiertamente por qué está sucediendo esto, directamente de la gente que está en el proceso. Prepara algunas preguntas hermosas y reflexivas e intenta comprender mejor el contexto.
¿Qué nos hizo optar por ese resultado? ¿Qué podría hacer la próxima vez para que mi opinión se escuchara un poco más claramente? ¿Cómo puede ser más útil mi aporte en estas conversaciones? ¿Quién es el que toma la decisión final en este tipo de decisiones?
Hasta que puedas tener más claridad sobre cómo tu equipo (tanto los superiores como los inferiores) ve tu papel en el proceso y qué necesitan de ti, tengo la impresión de que esto seguirá sucediendo. Si sientes curiosidad, estarás mejor preparado para influir en el cambio que quieres ver y hacer.
No me sorprendería que ni siquiera sean conscientes del efecto que sus acciones tienen sobre ti.