Hay pocos que puedan crear un guardarropa de verano tan idílico como Hermès. Véronique Nichanian, que ha estado al frente de la moda masculina de la casa durante más de 35 años, es una maestra cuando se trata de crear colecciones que son a la vez sofisticadas y divertidas. El atractivo de su ropa no depende de logotipos abiertos o tendencias fugaces. En cambio, los tonos suaves, las siluetas elegantes y relajadas y los clásicos masculinos ligeros confeccionados con los tejidos más suntuosos definen su práctica.

La paleta de esta temporada se basó en aguas abiertas y relucientes, desde el azul marino apagado hasta el azul aciano. Lo más destacado fueron chalecos de cuero sin mangas, blusones sin cuello y pantalones marrón chocolate que caían justo por encima del tobillo. En otros lugares, las camisas y chaquetas de las que brotaban suaves flores parecían casi de goma, mientras que los chalecos de lana estaban adornados con remolinos pictóricos. El look se completó con sandalias de piel de becerro en tonos tostado, negro y rosa polvoriento, que junto con versiones ampliadas de los bolsos Sac à dessin y Haut à Courroies pronto se convertirán en elementos básicos del verano para el hombre Hermès.

Fotografía cortesía de Hermès.

hermes.com

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