La creación de un arte consciente de sí mismo –y del espectador– convirtió a Manet en el primer modernista.

Édouard Manet (1832-83) es ampliamente considerado como el primer pintor modernista. Sus innovadoras obras avivaron la controversia en el mundo del arte burgués de París por su pincelada vanguardista y sus representaciones de la forma femenina desnuda. En esta entrega de la serie Gran Arte Explicado, el curador, galerista y videoensayista del Reino Unido James Payne detalla por qué, incluso cuando la desnudez prevalecía en el arte de la era de Manet, las representaciones de mujeres desnudas en sus pinturas eran radicales para su estilo no idealizado. y por la forma en que miran directamente al espectador, atreviéndose, según Payne, a desafiar la mirada masculina. Centrando su análisis en la innovadora obra de Manet Le Déjeuner sur l'herbe ('El almuerzo sobre la hierba'; 1862-63), Payne contextualiza el enfoque radical de Manet y su lugar vital en la historia del arte como un puente entre el realismo y el impresionismo.

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