Inspirándose en los patrones de este trabajo tradicional con hilos, Agathe creó la primera versión de Hardanger, “que solo tenía mayúsculas y números y aún no tenía un nombre ni una identidad”, explica. Dos años después, la diseñadora volvió a dibujar las formas de las letras con la intención de crear un vínculo visual más distintivo entre su uso de la tecnología y la artesanía tradicional.
Agathe se decantó por un nuevo sistema de diseño en el que cada carácter se basa en una cuadrícula de 7 píxeles, lo que establece un paralelismo directo entre los bloques de bordado “Kloster” positivos y negativos distintivos de Hardanger y los patrones de píxeles digitales. “Las limitaciones del bloque me llevaron a encontrar un compromiso entre legibilidad y estética”, explica la diseñadora. “Quería que las letras fueran comprensibles pero que existieran en el mundo maximalista del bordado”.
Considerada principalmente como una tipografía de exhibición para títulos, texto continuo o superposiciones que se usarían con un sentido experimental, Agathe quería que todo el conjunto de letras pareciera “una gran pieza de bordado: un elemento claramente decorativo” para cualquier proyecto de diseño. Con tres versiones alternativas de la tipografía que transforman cuidadosamente los píxeles en patrones derivados de la técnica del bordado, ahora ha creado una muestra tipográfica impresa. Esto mostrará los detalles más delicados de las tipografías, así como el trabajo de otros diseñadores que muestran la fuente en uso. Después de completar la de Hardanger, Agathe mantiene las cosas históricas; actualmente está trabajando en una tipografía monoespaciada inspirada en la primera Revolución Industrial, así que asegúrese de estar atento.